Roma amanece este sábado 26 de abril de 2025 envuelta en una atmósfera de recogimiento y expectación. Bajo un cielo que parece contener la respiración, la Plaza de San Pedro se ha convertido en el epicentro del mundo católico y político. Más de 200.000 fieles, 130 delegaciones internacionales, medio centenar de jefes de Estado y una decena de monarcas -incluidos los Reyes de España, Felipe VI y Letizia- se han congregado para dar el último adiós al Papa Francisco, el pontífice que revolucionó la Iglesia y que hoy rompe, incluso en su despedida, con 120 años de tradición vaticana.
Un funeral a la medida de Francisco: sencillez y cercanía
El Papa argentino, fiel a su estilo austero y cercano, dejó instrucciones precisas para que su funeral fuera radicalmente distinto al de sus predecesores. Nada de tres ataúdes ni catafalcos elevados: su cuerpo descansa en un sencillo féretro de madera con interior de zinc, expuesto directamente en la Basílica de San Pedro, sin la pompa habitual ni el báculo papal a su lado. La ceremonia, presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, marca el inicio de los Novendiales, los nueve días de duelo oficial con misas diarias en su memoria.
Durante tres días, la capilla ardiente ha permanecido abierta, permitiendo que unas 250.000 personas, llegadas de todos los rincones del planeta, se despidieran del pontífice bajo el majestuoso baldaquino de Bernini. El féretro fue sellado anoche en una ceremonia íntima, tras la lectura del Rogito -el documento que resume la vida y legado de Francisco- y la colocación de monedas y medallas conmemorativas en su interior.
Una jornada de simbolismos y multitudes
La misa exequial comenzará a las 10:00 de la mañana, retransmitida en directo a través de pantallas gigantes para que nadie pierda detalle en la abarrotada plaza. El féretro ha sido sacado en hombros desde la basílica y depositado en el ‘sagrado’, la parte alta de la plaza, ante la mirada emocionada de líderes mundiales y miles de fieles. El rito, adaptado por deseo expreso del Papa y aprobado en noviembre de 2024, ha eliminado el velatorio privado para la Curia y ha abierto la despedida a todos los que quisieran rendir homenaje al pontífice ‘del fin del mundo’.
El último viaje: de San Pedro a Santa María la Mayor
Tras la misa, el cortejo fúnebre recorrerá el corazón de Roma hasta la Basílica de Santa María la Mayor, donde Francisco quiso reposar, lejos de las Grutas Vaticanas. Su tumba, un sencillo bloque de mármol blanco con la inscripción “Franciscus” y la reproducción de su cruz pectoral, refleja la humildad que marcó su pontificado.
El futuro de la Iglesia: a la espera del cónclave
Concluido el funeral, se abre oficialmente la sede vacante. El cónclave para elegir al sucesor de Francisco aún no tiene fecha, pero se espera que los cardenales se encierren en la Capilla Sixtina entre el 5 y el 10 de mayo, tras el periodo de luto. Entre los nombres que suenan para sucederle, el italiano Pietro Parolin y el africano Robert Sarah, mientras la Iglesia y el mundo contienen el aliento ante una nueva era.
“Roma se despide de un Papa que, incluso en la muerte, ha sabido ser fiel a su revolución: la de la sencillez, la misericordia y la cercanía a los últimos.”
Así, el Vaticano y el mundo entero cierran hoy un capítulo y se preparan para escribir el siguiente, bajo la sombra de San Pedro y la luz indeleble de Francisco.