Dos años después del anuncio de una campaña de sondeos para decidir la conexión entre la “Y vasca” y el corredor navarro del Tren de Alta Velocidad, la oposición al proyecto se mantiene firme y continúa creciendo. Colectivos contrarios al TAV han impulsado una dinámica participativa que ha logrado extenderse en los últimos meses a otros agentes del movimiento popular de Itza, Sakana, Lautada y Goierri.
Desde estos colectivos se recuerda que los sondeos son el primer paso para tratar de imponer un modelo de transporte que consideran destructivo, injustificado y carente de legitimidad social. La dinámica contra los sondeos logró paralizar recientemente trabajos que se estaban intentando llevar a cabo en Otxobi e Izurdiaga, por lo que advierten que la vigilancia y la movilización siguen siendo necesarias.
Asimismo, denuncian lo que consideran una campaña de «intoxicación y criminalización» por parte del Gobierno central y sectores de la derecha, que según señalan, tratan de confundir a la ciudadanía y ejercer presión sobre los ayuntamientos.
Una de las últimas novedades que ha encendido las alarmas ha sido la resolución de la Institución Príncipe de Viana dirigida a varios ayuntamientos de Itza y Sakana, autorizando estudios arqueológicos en torno al trazado del TAV. Desde el movimiento opositor denuncian que estos trabajos son un mero «lavado de cara» y recuerdan los daños que ya se han producido en yacimientos como el castellum romano de Tafalla.
En este contexto, los colectivos convocan a una movilización el próximo 31 de mayo a las 12:30 horas frente al Ayuntamiento de Altsasu, con el objetivo de mostrar una respuesta «amplia, diversa y contundente» a lo que consideran una imposición. En la protesta se exigirá la anulación de la campaña de sondeos y la paralización total del proyecto.
Además, se ha activado una campaña de adhesiones que ya ha recabado el apoyo de múltiples colectivos, asociaciones y personas referenciales del territorio. La convocatoria subraya también el descontento con el Ayuntamiento de Altsasu, único en Sakana que apoya el trazado, y reivindica la necesidad de defender unos «valles vivos sin TAV».
«Porque la palabra y la voluntad del pueblo son importantes. Porque entre todas y todos lo vamos a parar», concluyen.