El grupo municipal de Unión del Pueblo Navarro (UPN) ha criticado duramente al alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, tras conocerse un nuevo aplazamiento en el calendario de las obras de reurbanización del Paseo de Sarasate. Según el último anuncio del propio alcalde, los trabajos no comenzarán hasta octubre, una fecha que, denuncian los foralistas, supone ya el tercer compromiso incumplido en lo que va de año, tras haber situado anteriormente el inicio en enero y después en julio.
Desde UPN acusan a Asiron de generar desconfianza ciudadana y erosionar la credibilidad institucional con lo que califican de “promesas incumplidas en cadena”. “Cada vez que convoca una rueda de prensa para anunciar algo, lo incumple. Ya nadie en Pamplona puede fiarse de sus palabras”, ha afirmado el grupo, que recuerda también los retrasos en otros proyectos clave como el de Erripagaña.
Los regionalistas han expresado además serias dudas sobre la fidelidad del futuro proyecto con lo que, según dicen, se había comprometido el gobierno municipal. “Nos tememos que no será una verdadera plataforma única, sin rampas ni escaleras, y que no se respetará íntegramente el arbolado existente. Mucho nos tememos que los compromisos de Asiron son, una vez más, humo”, han subrayado.
UPN va más allá y señala que el verdadero problema de fondo no es solo la “falta de gestión”, sino lo que consideran una “falta de credibilidad estructural” en el equipo de gobierno. “Cada nuevo anuncio sin cumplir solo refuerza la desconfianza que genera este alcalde”, han sostenido.
En su comunicado, los foralistas han acusado a Asiron de acabar haciendo “lo mismo que tanto criticaba” en anteriores legislaturas, pero con años de retraso y contradiciendo su propio discurso. “Lo que antes bloqueaba no lo hacía por el contenido, sino porque el proyecto era de UPN. Esa ha sido siempre su forma de actuar: sectaria y partidista”, denuncian.
Por último, UPN también ha apuntado al papel del PSN en lo que consideran un bloqueo político deliberado del proyecto original de Sarasate. “Sabían perfectamente lo que había detrás. Necesitaban una justificación para la moción de censura y para pagar el apoyo de Bildu en Madrid. Ese apoyo era necesario para llevar a cabo su política: engaños, intereses cruzados y silencios cómplices que resultan repugnantes para muchos ciudadanos de Pamplona y Navarra”, han concluido
