La Cámara de Comptos ha publicado un detallado informe sobre la gestión de la salud mental en Navarra entre 2020 y 2023, en el que analiza el estado actual de la red asistencial y el grado de cumplimiento de las recomendaciones que ya formuló en su informe de 2020. El documento concluye que, aunque se han producido avances significativos, persisten carencias importantes, especialmente en materia de accesibilidad, planificación de recursos humanos y atención especializada.
Entre las recomendaciones destacadas, Comptos insta a analizar de manera específica los recursos destinados a la atención psiquiátrica infanto-juvenil, con el objetivo de mejorar tanto la accesibilidad como la eficiencia del servicio. También plantea la necesidad de revisar globalmente el tratamiento de los trastornos adictivos dentro de la red de salud mental.
Otra de las advertencias clave del informe es la necesidad de ampliar las plazas concertadas en residencias asistidas y viviendas con apoyo para personas con enfermedad mental, dado el crecimiento sostenido en la demanda de este tipo de recursos. A pesar de que se ha reducido el número de personas en espera para acceder a prestaciones sociosanitarias —125 al cierre de 2023, un 35% menos que en 2019—, la Cámara subraya que un 40% del gasto en este ámbito se gestiona mediante la fórmula de ‘prestación vinculada al servicio’, diseñada como mecanismo extraordinario para cubrir necesidades que el sistema público no alcanza a asumir.
En cuanto a la accesibilidad a la red de salud mental, los datos reflejan un empeoramiento. Solo el 53% de las consultas preferentes fueron atendidas dentro del plazo legal (10 días hábiles) en 2023, muy por debajo del 68% registrado en 2019. Este descenso contrasta con el aumento del número total de consultas, que superaron las 161.000 en 2023 —un 13% más que en 2019—, y refleja la creciente presión asistencial sobre los once centros de salud mental de Navarra.
El informe también apunta a una mejora en la atención primaria gracias a la incorporación de profesionales de psicología a estos equipos, medida completada en 2023 y que ha permitido reducir derivaciones a salud mental. Sin embargo, la escasez de especialistas sigue siendo un reto preocupante: más del 40% de los psiquiatras y psicólogos clínicos del sistema público navarro se jubilarán en los próximos diez años, según estima Comptos, lo que podría agravar los problemas ya existentes si no se planifica con antelación.
Desde el punto de vista económico, la red de salud mental gestionó un presupuesto de 52 millones de euros en 2023, de los cuales el 73% se destinó a personal y el 26% a gasto corriente en bienes y servicios. Aunque el gasto ha crecido un 20% desde 2019, Comptos señala que no se ha ejecutado una de las inversiones clave del Plan de Salud Mental: la nueva infraestructura de hospitalización prevista en el Hospital Universitario de Navarra.
En el periodo analizado, la Cámara de Comptos constata que se han aplicado total o parcialmente 11 de las 16 recomendaciones formuladas en 2020. El resto —cinco— siguen pendientes. El informe destaca también algunas iniciativas positivas impulsadas en los últimos años, como el Programa de Bienestar Emocional o el desarrollo del Código suicidio, una herramienta de prevención integrada desde 2022 en la historia clínica de los pacientes con conductas suicidas.
En conclusión, Comptos reconoce los avances logrados, pero reclama reforzar áreas especialmente sensibles como la atención a menores y personas con trastornos adictivos, ampliar la capacidad residencial y garantizar una adecuada planificación de recursos humanos ante el horizonte de jubilaciones masivas. Todo ello en un contexto de creciente demanda y mayor sensibilidad social respecto a la salud mental.
Redacción: Pamplona Actual.com