Las fiestas de Huarte vivieron este miércoles uno de sus momentos más emotivos con la celebración de la Misa del Jubilado y del Mayor, un acto en el que los vecinos de más edad se convirtieron en protagonistas indiscutibles.
La parroquia de San Juan Evangelista acogió la ceremonia, a la que asistieron usuarios y usuarias del Centro de Día Alpa, que quisieron compartir con la comunidad un espacio de fe, respeto y reconocimiento. La cita, enmarcada dentro del programa festivo, estuvo cargada de simbolismo: un homenaje a quienes, con su experiencia y trayectoria vital, representan la memoria y el legado de la localidad.
El Centro de Día destacó la importancia de acompañar a las personas mayores no solo en su cuidado diario, sino también en los momentos festivos que refuerzan la pertenencia y la convivencia comunitaria. “Nuestros mayores son un ejemplo de vida y merecen gratitud, respeto y cariño”, subrayaron los responsables.
El acto, que combinó emoción y celebración, sirvió también para recordar la aportación constante de las generaciones que han construido el presente de Huarte. Entre aplausos, cantos y oraciones, la misa se convirtió en un espacio de encuentro intergeneracional que refuerza el espíritu de hermandad de las fiestas.