Lo que parecía un simple hurto de un patinete eléctrico en Cordovilla terminó convirtiéndose en una auténtica cadena de detenciones digna de una película.
Todo comenzó el jueves, cuando un menor fue sorprendido por la Guardia Civil tras sustraer el vehículo. Hasta ahí, un caso más de los habituales. Pero la sorpresa llegó cuando, al localizar al propietario para devolverle el patinete, los agentes descubrieron que sobre él pesaba una requisitoria judicial. Resultado: el dueño también acabó detenido.
La historia no terminó ahí. Al ser llamados los progenitores del joven, ambos se presentaron en la Oficina de Atención al Ciudadano de la Guardia Civil de Pamplona. Tras identificarlos, se comprobó que ellos tampoco estaban en regla con la Justicia. La madre, además, tenía pendiente una orden de ingreso en prisión, que se ejecutó en ese mismo momento.
Al final, lo que empezó con un patinete se saldó con cuatro arrestos: el menor ladrón, el propietario víctima, y los padres del joven. Las diligencias del menor fueron remitidas a la Fiscalía de Menores, mientras que los adultos pasaron a disposición judicial.
Un episodio que demuestra que, en ocasiones, la realidad puede superar con creces a la ficción.