El ex consejero de Cohesión Territorial y actual presidente del PSN, Bernardo Ciriza, compareció este martes en la comisión de investigación del Senado sobre el caso Koldo-Ábalos-Cerdán para responder sobre la adjudicación de los túneles de Belate a la UTE Servinabar. Ciriza negó cualquier irregularidad, defendió la independencia del proceso y aseguró que el mayor contrato público de la década en Navarra se realizó bajo estricta legalidad.
Ciriza rechaza cualquier injerencia política
Durante más de tres horas de comparecencia ante los senadores, Ciriza insistió en que ningún cargo político puede participar ni interferir en las mesas de contratación, tal como establece la Ley Foral de Contratos Públicos de Navarra. “Nunca he intervenido en la mesa de contratación, ni en esta ni en ninguna otra. El proceso es autónomo, independiente y soberano”, declaró ante las preguntas sobre supuestas presiones políticas para adelantar las adjudicaciones antes de las elecciones de mayo de 2023.
El expediente, bajo lupa pero sin pruebas de delito
El ex consejero explicó que, cuando dejó su cargo el 18 de agosto de 2023, el proceso estaba aún en deliberación y él no conocía detalles sobre las puntuaciones técnicas ni el contenido de los sobres decisivos. “Muchas de las cosas que ahora se investigan las he conocido por prensa, y después de que se cerrara la adjudicación”, apuntó. Ciriza defendió que la adjudicación de los túneles no está incluida en ninguna investigación judicial en curso y que tanto la Cámara de Comptos como la Oficina de Buenas Prácticas Anticorrupción han validado la legalidad del proceso, aunque esta última sí señaló defectos formales.
"Nunca recibí indicaciones ni de Cerdán ni de Koldo"
Ciriza negó también haber recibido presiones, instrucciones o sugerencias de Santos Cerdán, implicado judicialmente, y aseguró que nunca ha mantenido contacto con Koldo García Izaguirre, considerado mediador clave en la trama investigada por corrupción. "No he hablado nunca con Koldo ni nadie me indicó cómo debía actuar respecto a ninguna adjudicación".
Servinabar: una empresa pequeña, grandes preguntas
La adjudicación a la UTE Servinabar, empresa con solo nueve empleados y participación de socios cercanos al entorno socialista, suscitó numerosas preguntas sobre su solvencia y sobre la posible existencia de tráfico de influencias y financiación irregular del PSOE, hipótesis que Ciriza rebatió tajantemente. “No conocía ni a la empresa ni a sus propietarios. Nada me hizo sospechar durante el proceso, y todo está judicializado”, defendió.
El contexto europeo y la urgencia de la obra
El ex consejero contextualizó la adjudicación en la presión recibida desde Bruselas para cumplir la directiva europea de seguridad en túneles y recordó que Navarra estuvo años bajo amenaza de cierre e infracciones millonarias. Destacó la importancia estratégica de la nacional 121, donde se ubica Belate, y el drástico descenso de la siniestralidad tras la modernización impulsada por su departamento.
Respaldo socialista y dudas opositoras
Senadores del Grupo Socialista defendieron la gestión de Ciriza, subrayando el esfuerzo por garantizar la seguridad y la legalidad. La oposición, por su parte, mantuvo el foco en las conexiones políticas y en el supuesto trato de favor, exigiendo asumir responsabilidades políticas por las sombras que rodean la mayor obra pública navarra en la última década