La Asociación Navarra de Víctimas del Terrorismo de ETA (ANVITE) ha emitido este sábado una nota de prensa en la que analiza y valora la propuesta del II Plan Estratégico de Convivencia de Navarra (2025–2029), centrando sus comentarios en el ámbito del terrorismo etarra.
ANVITE subraya que, lejos de haber mejorado la situación para las víctimas, persisten más de 350 asesinatos sin resolver y se siguen documentando entre 400 y 500 actos de enaltecimiento del terrorismo cada año. La asociación apunta a recientes vandalizaciones de placas conmemorativas como prueba de que la sociedad navarra todavía no ha cerrado de manera digna la herida abierta por ETA.
Según ANVITE, el proyecto político que justificó los atentados sigue vigente, evidenciado en la cantidad de votos que EH Bildu obtiene en el País Vasco y Navarra, sin que esta formación haya reconocido que matar estuvo mal. La asociación critica que el I Plan de Convivencia fracasó y alerta de que el II Plan corre riesgos similares al englobar en un mismo marco las violencias del franquismo, ETA y otras fuentes de conflicto, generando una narrativa equidistante que diluye la responsabilidad específica de los terroristas.
La organización también cuestiona que se equiparen las resoluciones judiciales con las de comisiones asesoradas por asociaciones defensoras de presos terroristas y que la ley reconozca a víctimas de extrema derecha o funcionarios públicos mientras se excluye a grupos de extrema izquierda. ANVITE sostiene que esto relativiza la culpabilidad de los terroristas y transmite un mensaje ambiguo sobre la violencia política.
En su nota, ANVITE defiende que para construir paz y democracia reales no se puede transigir con los violentos ni ceder a sus exigencias. La asociación concluye que cualquier plan que no contemple principios éticos irrenunciables será un documento vacío, incapaz de garantizar justicia, dignidad y memoria a las víctimas del terrorismo de ETA.
Según la asociación, “no hay peor paz ni menos convivencia que la falsa tranquilidad de acomodarse a los deseos y conveniencias del opresor”.