El Gobierno de Gaza ha denunciado este sábado que las fuerzas israelíes habrían inducido a la población a desplazarse hacia las gobernaciones centrales y del sur con el argumento de que se trataba de «zonas humanitarias y seguras», mientras que en la práctica —según el comunicado— han sido escenario de bombardeos constantes.
Desde el 11 de agosto, fecha en la que comenzó el desplazamiento forzoso de los habitantes de la ciudad de Gaza, se han registrado 133 ataques en esas áreas, incluidos en la zona de Al-Mawasi, con cohetes, bombas y proyectiles, que han provocado masacres contra familias.
El balance ofrecido por la oficina de comunicación gubernamental señala la muerte de 1.903 civiles en las gobernaciones centrales y del sur, lo que representa el 46% del total de víctimas mortales en la Franja de Gaza desde el inicio de los desplazamientos.
El comunicado califica estos hechos de «crímenes brutales», acusa a Israel de emplear tácticas de exterminio, limpieza étnica y desplazamiento forzoso como herramientas sistemáticas de guerra, y responsabiliza también a Estados Unidos y Alemania de apoyar las operaciones militares.
La oficina hace un llamamiento urgente a la comunidad internacional para detener «la agresión y la exterminación» contra la población civil y advierte de que la falta de medidas disuasorias constituye «un cheque en blanco para nuevas masacres».