La Muestra de Cine, el Mundo y los Derechos Humanos alcanza este año su vigésima edición, consolidándose como una cita imprescindible en el calendario cultural y social de Pamplona. Del 10 al 14 de noviembre, los Cines Golem Baiona acogerán una programación que combina cine, reflexión y activismo, reafirmando su compromiso con la promoción de una cultura de los derechos humanos a través del séptimo arte.
En rueda de prensa, Lara Molina y Begoña Arrondo, representantes de la Fundación IPES, presentaron los detalles de una edición muy especial que cumple dos décadas de trabajo conjunto entre la propia fundación, los Cines Golem, la Fundación Felipe Rinaldi y Mugarik Gabe Nafarroa, con el apoyo del Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Pamplona-Iruña. Desde su primera edición en 2005, la Muestra busca despertar conciencias, generar pensamiento crítico y crear espacios de encuentro e intercambio que contribuyan a una transformación social basada en la justicia y la igualdad.
“Queremos seguir siendo una comunidad activa y despierta ante las injusticias que asolan el mundo”, señalaron las organizadoras, subrayando la necesidad de mantener viva la implicación social en un contexto global marcado por guerras, genocidios, discriminación y exclusión.
El cartel de esta edición, obra de Carmen Zudaire, utiliza el blanco y negro como símbolo de resistencia y dignidad, inspirado en la kufiya palestina. Según la autora, se trata de una imagen de “aparente sencillez pero con varias capas de lectura”, que invita a no mirar sin nombrar.
La programación de este año destaca por la calidad de sus películas y la presencia de invitados nacionales e internacionales. Entre ellos, el director Guillermo Galoe presentará Ciudad sin sueño, premiada en la Semana de la Crítica de Cannes 2025, mientras que la activista Lidón Soriano introducirá La voz de Hind, de la tunecina Kaouther Ben Hania, una obra multipremiada sobre la memoria y la resistencia del pueblo palestino.
También participará la periodista argentina Luciana Peker, referente del feminismo en América Latina, quien presentará Belén, de Dolores Fonzi, una película sobre la criminalización del aborto en Argentina. A su vez, las activistas Fátima Djarra y Farmata Watt acompañarán la proyección de Les invertueuses, de Chloé Aïcha Boro, que aborda la emancipación femenina en Burkina Faso.
Entre las novedades, destaca la colaboración con NAPAR —la Asociación de Productoras y Profesionales del Audiovisual de Navarra— que da lugar a la sección NaparZineKm0, dedicada al cine navarro comprometido. En ella se proyectarán los cortometrajes Uxina de Lucía Ezker, La casa de Ana de Iker Oiz y Your Own Boss de Álvaro Guzmán Bastida.
Asimismo, la Muestra incorpora una nueva Sección de Cine Indígena, fruto de la colaboración con IndiFest, el Festival de Cine Indígena de Barcelona, y con la ONG alterNativa. Este apartado reunirá cortometrajes que dan voz a los pueblos originarios y visibilizan sus luchas por la tierra, el agua, la identidad y la igualdad de género.
El asesor en derechos humanos Mikel Berraondo será invitado especial en estas sesiones, aportando su experiencia de más de 25 años de trabajo junto a comunidades indígenas latinoamericanas.
Además de las proyecciones abiertas al público, la Muestra mantiene su dimensión educativa con tres sesiones matinales dirigidas a estudiantes de diez centros navarros, en las que el cine se convierte en herramienta pedagógica para fomentar la empatía, el pensamiento crítico y la conciencia global. Este año participarán más de 600 alumnos y profesores en proyecciones como La voz de Hind, Los sueños de Pepe y Mariposas negras, acompañadas de coloquios con activistas, docentes y expertos en derechos humanos y medio ambiente.
Las sesiones principales se celebrarán de lunes a viernes a las 19:30 horas en los Cines Golem Baiona, con entrada a 6 euros. Las proyecciones de la Sección de Cine Indígena y de cineastas locales, en cambio, serán de acceso libre hasta completar aforo.
Veinte años después de su nacimiento, la Muestra de Cine, el Mundo y los Derechos Humanos sigue siendo, en palabras de sus organizadoras, “una llamada a mirar de frente las injusticias, a escuchar las voces silenciadas y a mantener vivo el compromiso colectivo con la dignidad humana”.





