La empresa social Josenea, junto con Gure Sustraiak y la UPNA, han implementado un proyecto piloto de vermicompostaje en la Comarca de Sangüesa, Irati y Bidausi. En 22 meses, han transformado 1.000 toneladas de residuos orgánicos en fertilizante ecológico de alta calidad, utilizando lombrices para descomponer la materia orgánica. Este proyecto, denominado BioCompás, ha sido financiado con 228.000 euros del Programa de Desarrollo Rural.
El viernes, en la jornada final del proyecto BioCompás, el consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, José Mari Aierdi, destacó que «se trata de un buen ejemplo de economía circular». Aierdi subrayó la importancia de la valorización y gestión adecuada de los residuos, y cómo el abono ecológico resultante se alinea con la estrategia de su departamento de investigar fertilizantes orgánicos como alternativa a los minerales o químicos.
BioCompás: una colaboración público-privada en zonas rurales
El proyecto BioCompás no solo se centra en el vermicompostaje, sino que también ha desarrollado un módulo portátil en Gure Sustraiak, ubicado en el valle de Ollo. Este módulo transforma verduras y hortalizas cultivadas con el compost en cestas para su venta directa, involucrando activamente a personas con discapacidad. Txus Cía, director gerente de Josenea, calificó el proyecto como uno de los más importantes en su trayectoria.
Durante la jornada, se presentaron los logros del proyecto, incluyendo la promoción de alimentos locales de kilómetro cero para fomentar circuitos cortos de comercialización. Además, se compartieron resultados sobre técnicas de vermicompostaje y la transformación de residuos orgánicos en fertilizantes, en colaboración con la consultora Maestro Compostador y estudiantes de la UPNA.
Economía circular y social: Retos y oportunidades
La jornada incluyó una sesión participativa en formato de café-taller, titulada 'Economía circular y social para el medio rural. Retos y oportunidades'. Esta actividad buscó recoger propuestas y reflexiones de los asistentes, fomentando un diálogo sobre el impacto de la economía circular en el medio rural y las oportunidades que ofrece para el desarrollo sostenible.
El proyecto BioCompás ha demostrado ser un ejemplo de colaboración efectiva entre entidades públicas y privadas, y su enfoque en la economía circular resalta la importancia de la sostenibilidad en la gestión de residuos. La participación de personas con discapacidad en el proceso de producción subraya el compromiso social del proyecto, que busca generar un impacto positivo en la comunidad local.
La iniciativa también ha servido como plataforma para la investigación académica, con la participación de estudiantes de másteres en Agrobiología Ambiental e Ingeniería Agronómica de la UPNA. Esta colaboración ha permitido la transferencia de conocimientos y el desarrollo de nuevas técnicas de compostaje que podrían aplicarse en otros contextos.
El proyecto BioCompás destaca por su enfoque integral, que abarca desde la gestión de residuos hasta la producción y comercialización de productos ecológicos. Esta iniciativa refleja el potencial de la economía circular para transformar los desafíos ambientales en oportunidades de desarrollo sostenible, beneficiando tanto al medio ambiente como a las comunidades locales.






