La presidenta de Navarra, María Chivite, ha decidido cesar al director general de Obras Públicas, Pedro López Vera, después de varios días de presión por parte de los socios del Ejecutivo y de la oposición, que reclamaban responsabilidades políticas ante las incongruencias detectadas en la gestión del modificado de las obras de duplicación de los túneles de Belate.
El movimiento, sin embargo, ha sido calculado: Chivite no ha extendido el relevo al consejero de Obras Públicas, Óscar Chivite, señalado de forma indirecta por varios grupos y a quien Geroa Bai y Contigo Zurekin exigieron responsabilidades al más alto nivel, en la reunión del pacto de gobierno celebrada este lunes por la tarde en el Parlamento. Posteriormente, EH Bildu trasladó una peticion de responsabilidades a la presidenta en otro encuentro mantenido también en la Cámara con el Gobierno y con el PSN.
El relevo de López Vera, en el cargo desde 2019, ya ha sido comunicado a los grupos que sustentan al Ejecutivo. El Gobierno prevé nombrar a su sustituto «a la mayor brevedad».
Más controles y supervisión reforzada
Paralelamente, el Ejecutivo foral ha anunciado mejoras en la gestión de las obras de Belate, entre ellas el relevo de la dirección facultativa y una supervisión directa del proyecto por parte del Servicio de Intervención del Departamento de Economía y Hacienda. El objetivo, según el Gobierno, es reforzar los mecanismos de control y coordinación en una obra «de gran complejidad».
Tras el reparo suspensivo decretado por la Intervención General, el Departamento de Cohesión Territorial trabaja en nuevas fórmulas legales que permitan continuar con los trabajos, considerados esenciales tanto para la seguridad vial como para el cumplimiento de la normativa europea sobre túneles.
Obras Públicas ya ha trasladado a la UTE de Belate su interés en que la actividad continúe con normalidad, enfatizando la necesidad de cumplir con la directiva europea que exige mayores estándares de seguridad. El Ejecutivo autorizará el pago de los trabajos realizados conforme a las especificaciones marcadas por Intervención.
Tres unidades del proyecto, en cuestión
El modificado que desencadenó el reparo de Intervención se apoyaba en cuestiones técnicas relativas a la morfología del terreno, la presencia de agua en la montaña y varios requisitos obligatorios para obtener autorizaciones. Aunque estos argumentos son ciertos, Intervención no ha aceptado la justificación presentada por no acreditar la «imprevisibilidad» alegada.
El reparo afecta a tres de las quince unidades incluidas en el modificado: el polvorín y los suplementos correspondientes a la excavación y al sostenimiento.
Mientras tanto, los trabajos en los túneles de Belate —una infraestructura estratégica para la red viaria navarra— continúan pendientes del encaje legal que permita sortear el frenazo administrativo sin comprometer los plazos ni la seguridad.







