Más de un mes después del incendio que arrasó un bazar chino en el número 100 de la avenida Marcelo Celayeta, en el barrio pamplonés de la Rochapea, los vecinos de las viviendas situadas sobre el local siguen sin poder regresar a sus casas. El siniestro, declarado la tarde del 26 de noviembre, destruyó por completo el comercio y obligó a desalojar este y varios edificios, con al menos dos personas atendidas por inhalación de humo.
Según avanza este lunes Diario de Navarra, son 16 las viviendas cuyos inquilinos permanecen fuera del inmueble principal afectado, además del local, después de que los informes iniciales hayan determinado que “el edificio en su conjunto es inhabitable”. La falta de una segunda valoración técnica por parte de los peritos al parecer debido a desacuerdo entre seguros -los investigadores de Policía Científica de Policía nacional tampoco han podido entrar- mantiene a las familias igual que el primer día, sin un horizonte claro para su regreso.
El incendio y los primeros desalojos
El fuego se originó en un bazar chino situado en los bajos del número 100 de Marcelo Celayeta, y generó una densa columna de humo negro y tóxico visible desde buena parte de la ciudad. El humo obligó a desalojar inicialmente hasta 40 viviendas de cuatro portales, tanto en Marcelo Celayeta como en la trasera de la calle Vidángoz, y a pedir a otros vecinos que permanecieran confinados en sus casas con puertas y ventanas cerradas.
Los servicios de Bomberos de Navarra trabajaron durante toda la noche en la extinción del incendio y en la revisión de las viviendas desalojadas, centrándose en comprobar la ausencia de humo, la calidad del aire y las temperaturas internas antes de autorizar el retorno. La evolución favorable de las labores de extinción permitió ir reduciendo el perímetro acordonado y que muchos vecinos de portales colindantes comenzaran a volver a sus domicilios a lo largo del día siguiente.
Daños en 32 viviendas y regreso parcial
El balance provisional de daños cifró en hasta 32 las viviendas afectadas de algún modo por el incendio y sus consecuencias, tanto en Marcelo Celayeta como en Vidángoz. Los dos portales menos dañados de Marcelo Celayeta y varios de la calle Vidángoz pudieron recuperar la normalidad de forma progresiva, una vez comprobadas las condiciones de seguridad en el interior.
En cambio, el portal justo encima del bazar, con 16 viviendas, continúa precintado y bajo custodia policial por el riesgo estructural que presenta el inmueble, seriamente afectado por las altas temperaturas y por la concentración de monóxido en las plantas superiores. Los pisos de la primera planta se consideran los más dañados, con deformaciones y roturas en elementos estructurales, lo que ha llevado a los técnicos a extremar la cautela antes de permitir el regreso de sus residentes.
Atenciones a los vecinos y realojos
El Ayuntamiento de Pamplona habilitó una oficina móvil de atención a las personas damnificadas en las inmediaciones de Marcelo Celayeta y coordinó, junto a Protección Civil y Policía Municipal, un dispositivo de acceso controlado al edificio. Ese dispositivo ha permitido a los vecinos entrar de forma ordenada en franjas concretas para recoger medicinas, documentación y algunos enseres personales, sin que se autorice la permanencia en las viviendas.
Varias familias fueron realojadas de forma temporal en el Hotel Villava mientras se completan las valoraciones técnicas y se avanza en los trámites con las compañías aseguradoras. El alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, visitó al día siguiente la zona y trasladó su apoyo a los vecinos, asegurando que el Consistorio busca agilizar los procedimientos para que los afectados “recuperen la normalidad lo antes posible”.
Vecinos “igual que el primer día”
Un mes después, el sentimiento predominante entre los afectados es de incertidumbre y desgaste, según relatan a Diario de Navarra. Los residentes denuncian que, pese a alguna visita de peritos, todavía falta una segunda valoración técnica clave para definir el futuro del edificio y de las 16 familias que siguen sin poder cruzar el portal de su casa.
Con todo, los vecinos reclaman más apoyo institucional y soluciones habitacionales mientras se resuelve la situación estructural del bloque.
Mientras tanto, el edificio principal de Marcelo Celayeta 100 permanece cerrado, inhabitable y a la espera de decisiones que marcarán el regreso, o no, de sus inquilinos a unas viviendas que no pisan desde aquel incendio de finales de noviembre.
