El presidente del Club Deportivo Tudelano, Ramón Lázaro, ha comparecido este lunes por la tarde para ofrecer su versión sobre el incidente ocurrido en una notaría de Tudela, donde fue detenido por la Policía Nacional. En una rueda de prensa convocada de urgencia, Lázaro ha asegurado estar «a pecho descubierto» para aclarar lo sucedido y reiterar su compromiso con el club, del que es máximo accionista.
«No he hecho nada malo. Estoy aquí porque siempre he querido ser transparente. Mi único objetivo ha sido proteger al Tudelano y asegurar que quien entre, lo haga con garantías y solvencia», ha afirmado, visiblemente afectado.
Según ha explicado, el altercado tuvo lugar este mismo lunes por la mañana, cuando acudió a una notaría de Tudela para cerrar la venta de sus acciones del club a un grupo empresarial con sede en Valencia. Lázaro ha señalado que, tras semanas de negociaciones, el acuerdo estaba prácticamente cerrado y solo faltaban «unos flecos». Sin embargo, al llegar al despacho, algo no cuadró.
«Me encontré con que había cosas que no se habían hablado y que no compartía. Había dudas importantes sobre la solvencia de la empresa y la continuidad del proyecto deportivo», ha dicho. «Al ver que no estaba todo claro, me negué a firmar en ese momento. Quería proteger al club».
Fue entonces cuando la tensión se disparó. Lázaro asegura que la parte compradora reaccionó con nerviosismo y que se generó una discusión. «Hubo un forcejeo verbal, no físico, y alguien llamó a la Policía. Yo colaboré en todo momento. Me llevaron a comisaría y, tras declarar, quedé en libertad sin cargos», ha recalcado.
«No se puede vender el Tudelano como si fuera una frutería»
El presidente ha insistido en que su intención no era entorpecer la venta, pero sí asegurarse de que el futuro del club quedaba en buenas manos. «El Tudelano no es una frutería que puedes vender cualquier mes del año. Tiene su momento. Estamos en el único margen de 15 días en que puede hacerse bien», ha explicado.
Sobre el proceso de venta, ha reconocido que el club ha recibido tres ofertas «serias» de empresas nacionales y que la valenciana era la más avanzada, aunque tras lo sucedido hoy, su continuidad como opción es incierta. «La venta será solo si el comprador demuestra solvencia. No me interesa quién ponga más dinero. Lo importante es que garantice la viabilidad del proyecto», ha subrayado.
Un balance de gestión como aval
Además de aclarar el incidente, Ramón Lázaro ha hecho un exhaustivo repaso a sus tres años de mandato, destacando los logros en todos los ámbitos: «Recibimos un club con una deuda de 1.400.000 euros y ahora está saneado, con deuda cero». Ha añadido que se han triplicado los equipos de cantera, se han creado cuatro equipos femeninos, dos de fútbol adaptado y un filial que disputará el playoff de ascenso. También ha destacado los 3.857 socios con los que se ha cerrado esta temporada y el impulso social y económico del club.
«He cumplido con mi misión. Vine a estabilizar este club y lo he hecho en lo deportivo, social, económico e institucional. Ahora solo quiero asegurar su futuro», ha insistido.
El presidente ha concluido reiterando que, si en los próximos días no se concreta ninguna venta «con garantías», seguirá al frente del club. «Estoy dispuesto a continuar. Pero si alguien viene con un proyecto serio, se lo entregaré. Eso sí, con todas las condiciones claras desde el primer minuto».