Agentes de la Policía Foral, adscritos al Grupo de Investigación Medioambiental (GRIM), han abierto diligencias penales contra una mujer de la comarca de Tudela como presunta autora de un delito de maltrato animal, después de que un perro bajo su cuidado tuviera que ser amputado de una extremidad trasera a consecuencia de las graves lesiones que sufría.
La investigación comenzó en julio, cuando se localizó al animal en estado crítico. Según las pesquisas policiales, las heridas se habrían visto agravadas por la demora en recibir la atención veterinaria necesaria, lo que terminó obligando a la amputación de la pata derecha trasera.
El caso se enmarca en lo previsto en el artículo 340 bis del Código Penal, que contempla penas de entre tres y dieciocho meses de prisión o multas de seis a doce meses, además de inhabilitación especial de uno a tres años para profesiones, oficios o actividades relacionadas con animales, así como para su tenencia, en casos de maltrato que requieran tratamiento veterinario para recuperar la salud del animal.
Las diligencias han sido remitidas al Juzgado de Instrucción de Guardia de Tudela y a la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo de Navarra, que determinarán ahora los siguientes pasos del procedimiento judicial.