El Gobierno de Navarra ha activado su dispositivo especial para la campaña estival de prevención y extinción de incendios forestales, que este año se extenderá hasta el 7 de octubre. La consejera de Interior, Función Pública y Justicia, Amparo López, ha presentado este lunes los detalles del operativo tras una reunión celebrada en el centro de coordinación de SOS Navarra con los servicios de emergencias implicados.
El despliegue previsto contará con 159 efectivos adicionales —87 peones y 72 conductores— repartidos entre la Brigada Helitransportada de Miluce y los parques de bomberos de Tudela, Peralta/Azkoien, Lodosa, Cordovilla, Tafalla, Estella-Lizarra y Sangüesa/Zangoza. En total, se espera un dispositivo diario que rondará los 90 bomberos.
López ha destacado el carácter “completo y coordinado” de este operativo, cuyo objetivo es reducir al máximo la vulnerabilidad del medio natural y proteger a la población. Para ello, ha hecho un llamamiento a la ciudadanía: “Actuar con responsabilidad y extremar las precauciones es clave. Solo así lograremos afrontar esta época con garantías de seguridad”.
Más medios aéreos y refuerzo progresivo
Como novedad este verano, Navarra dispone desde el 1 de junio de un tercer helicóptero propio, que se suma a los dos habituales con base en Miluce. Además, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha sustituido este año su tradicional avión de carga en tierra por dos helicópteros tipo Lima, con base en el aeropuerto de Noáin, una decisión que, según el Ejecutivo, aporta “mayor versatilidad operativa”.
El refuerzo de personal en los parques de bomberos se ha estructurado en dos fases: la primera se llevó a cabo en mayo en Tafalla, Lodosa, Peralta y Tudela. La segunda, en junio, ha ampliado la cobertura a Estella-Lizarra, Cordovilla, Sangüesa-Zangoza y la base de Miluce. A ellos se suman los siete parques de bomberos voluntarios, también preparados para intervenir en incendios forestales.
Funciones del personal de campaña
Los nuevos efectivos, formados por la Escuela de Seguridad y Emergencias de Navarra (ESEN), estarán encargados de tareas de extinción, vigilancia desde puestos móviles, detección temprana de fuegos y mantenimiento del material y vehículos. También participarán en labores preventivas, como la apertura de líneas de control o el acondicionamiento de infraestructuras.
Con esta planificación, el Gobierno foral busca anticiparse al aumento de temperaturas y al riesgo de grandes incendios, especialmente en la Zona Media y la Ribera, las áreas más expuestas.
“El verano está a la vuelta de la esquina y debemos estar preparados. Coordinación, prevención y civismo son nuestras mejores herramientas”, ha concluido la consejera Amparo López tras el encuentro con representantes de bomberos, Protección Civil, guarderío forestal y técnicos del área de Medio Ambiente.