El Castillo de Gorraiz Valle de Egüés no pudo sumar una nueva victoria en su pabellón pese a su entrega y esfuerzo hasta el último minuto. El conjunto navarro cayó ante el Insolac Caja 87 (74-96) en un encuentro marcado desde el inicio por la lesión de Zizic durante el calentamiento, un contratiempo que condicionó el desarrollo del partido.
El choque comenzó cuesta arriba para los de César Rupérez. Desconcertados por la baja de su referente interior, los locales firmaron un inicio dubitativo que el conjunto andaluz aprovechó para imponer un contundente parcial de 2-12, con Dedovic asumiendo el mando ofensivo visitante. Potier y Knotek reaccionaron mediado el primer cuarto, pero el dominio inicial fue para los sevillanos, que cerraron el periodo con un claro 11-21.
En el segundo cuarto, el Castillo de Gorraiz Valle de Egüés consiguió asentarse y recortar distancias hasta situarse a cinco puntos (20-25). Sin embargo, la superioridad física del Insolac Caja 87 en la pintura acabó marcando la diferencia. Los navarros mantuvieron el pulso con un juego más pausado, pero un arreón final de los visitantes les permitió marcharse al descanso con una cómoda ventaja (31-44).
El paso por vestuarios no cambió la dinámica, y los andaluces ampliaron su renta. Aun así, el equipo local no bajó los brazos y, espoleado por su público, protagonizó su mejor tramo del encuentro. Un triple de Lacunza puso el 46-50 y obligó al técnico visitante a pedir tiempo muerto. Pero la reacción fue efímera: un nuevo parcial favorable a los sevillanos restableció la distancia y dejó el marcador en 51-71 al final del tercer cuarto.
En el último periodo, el Castillo de Gorraiz Valle de Egüés tiró de orgullo y volvió a creer en la remontada. Dos triples consecutivos de Potier y una gran acción defensiva culminada por Knotek redujeron la diferencia hasta el 68-79, reavivando las esperanzas locales. No obstante, el Insolac Caja 87 supo responder con un contundente parcial de 4-15 que sentenció el encuentro.
Pese al resultado final (74-96), los navarros dejaron una buena imagen, demostrando carácter y competitividad frente a un rival más físico y experimentado. La lesión de Zizic marcó el inicio, pero el equipo supo sobreponerse y pelear hasta el final.
