Se llama Aiken, y detrás del mostrador está Marian, una mujer que no solo vende comida natural o correas ergonómicas: ofrece una manera de entender a nuestros compañeros peludos con respeto, empatía y compromiso.
Su historia comienza de una forma que pocos imaginarían: con la enfermedad. Marian padece fibromialgia y encefalitis miálgica, dos condiciones que la mantenían postrada y sin rumbo. Hasta que un día tomó una decisión que cambiaría todo: adoptar un perro.
“Necesitaba algo que me obligara a salir de casa, a moverme. Y adopté a Golfo, un mestizo de border collie que llegó con mil problemas... y que fue mi maestro.”
Ese acto de amor, que parecía sencillo, fue el inicio de un viaje vital y profesional. Marian se formó como educadora canina para ayudar a su perro, y lo que empezó como necesidad se transformó en vocación. Hoy, Aiken es su tributo a Golfo y a Khali, su gata tricolor, también adoptada, que la acompañó en los peores y mejores días. Ambos fallecieron el año pasado con apenas una semana de diferencia. Aiken es, como dice Marian, su legado.
Una tienda con alma
En Aiken no hay jaulas, ni collares de castigo, ni productos sin criterio. Aquí todo está seleccionado con mimo y conocimiento. Desde los piensos naturales hasta los snacks funcionales que ayudan a la masticación, pasando por juguetes hechos de pelo de conejo, cabra o cordero, pensados para estimular de forma saludable. Todo lo que se vende tiene una razón de ser.
“Golfo tenía muchas alergias, así que empecé a estudiar nutrición. Lo que ofrezco aquí es lo que yo elegiría para mis propios animales.”
Los arneses están adaptados a la anatomía canina, los suplementos son naturales (hongos, espirulina, etc.), y hay incluso hamburguesas caseras para perros y gatos.
Educación emocional: otra manera de convivir
Pero lo que diferencia de verdad a Aiken es el servicio de educación canina, basado en el respeto, la ciencia y el vínculo emocional. Marian no “adiestra” perros, sino que enseña a las familias a entenderlos.
“No hay recetas mágicas. Yo doy herramientas, explico lo que está pasando y ayudo a crear una convivencia más feliz. Cada perro es un mundo, igual que cada familia.”
La mayoría de los problemas conductuales —desde ladridos compulsivos hasta agresividad— no son lo que parecen: son la punta del iceberg. Marian va más allá y analiza todo lo que hay detrás: separación temprana de la madre, etapas de desarrollo mal cerradas, falta de comunicación, incoherencias en la convivencia...
Además de las sesiones individuales, también ofrece paseos personalizados y guardería en casa, donde los animales están con ella en su sofá, como en familia. “No cojo más de un perro por familia. Quiero que estén tranquilos, que se sientan seguros. Aquí no hay jaulas, hay hogar.”
¿Y qué es un perro?
Marian lo tiene claro: un perro no es un accesorio ni un peluche. Es un ser vivo con necesidades emocionales, físicas y sociales.
“Tenemos que informarnos de lo que realmente es un perro. Solo así podemos tener una relación de verdad con ellos. Cuando logras esa conexión, cuando entiendes su idioma, el vínculo que se crea... es la hostia. Así, tal cual.”
Organiza también grupos sociales de perros para fomentar habilidades y comunicación canina: “Junto 2 o 3 perros, no más. Y he visto cómo perros considerados problemáticos pueden ayudar a otros a mejorar. La empatía de los perros nos da mil vueltas.”
Cómo contactar con Aiken
Si tienes un perro o gato y quieres lo mejor para él —no solo productos, sino también comprensión, atención y respeto—, puedes encontrar a Marian en Aiken, en Buztintxuri o a través de su web y teléfono:
Dirección: Paseo de Buztintxuri 10, Local Aiken (sin problemas de aparcamiento en el entorno, no hay zona OTA)
Tel.: 664 543 183
Web: https://aikenpetshop.es
Horario: lunes a viernes de 10:30 a 13:30 y de 17:30 a 20:00, sábados de 10:30 a 13:30.
En la tienda online se puede recibir en el domicilio o recoger en el propio local.
Aiken no es una tienda. Es un hogar, una escuela y un homenaje. Un lugar donde los animales no solo son bienvenidos: son comprendidos.