La Plaza de San Pedro se ha convertido este 18 de mayo en el corazón palpitante de la cristiandad con la solemne ceremonia de inicio del pontificado de León XIV, el nuevo papa, que ha congregado a cerca de 200.000 fieles y a delegaciones de 150 países, entre ellas la representación de la Casa Real española y altos cargos del Gobierno.
Un ritual cargado de simbolismo y tradición
La jornada ha comenzado a las 10:00 horas con una oración ante la tumba de San Pedro en la basílica vaticana, subrayando el vínculo del nuevo papa con el apóstol y mártir fundador de la Iglesia. León XIV, nombre papal adoptado por el peruano-estadounidense Robert Francis Prevost, ha recorrido la plaza en papamóvil, saludando a la multitud entre vítores y ondear de banderas, en un ambiente festivo y de profunda emoción.
En el altar, tres cardenales de tres continentes -el europeo Dominique Mamberti, el africano Fridolin Ambongo Besungu y el asiático Luis Antonio Tagle- le han impuesto el palio y el Anillo del Pescador, símbolos de su autoridad y continuidad apostólica, en un gesto que ha querido representar la universalidad de la Iglesia. La ceremonia ha estado marcada por la solemnidad y la tradición, con momentos como el canto de las Laudes Regiae y la invocación a los santos papas y mártires de Roma.
Un mensaje de unidad y reconciliación
En su homilía, León XIV ha hecho un llamamiento a la unidad y la reconciliación, tanto dentro de la Iglesia como en un mundo “herido por los prejuicios y el miedo al diferente”. El nuevo pontífice ha recordado especialmente a las víctimas de las guerras en Ucrania, Gaza y Myanmar, y ha pedido que la Iglesia sea “fermento para un mundo reconciliado”. El término más repetido en su discurso ha sido “unidad”, subrayando su intención de poner fin a la discordia y de fortalecer los lazos entre los 1.400 millones de fieles católicos.
La delegación española: presencia destacada y saludo al papa
La representación española ha estado encabezada por los Reyes, Felipe VI y doña Letizia, quienes han ocupado un lugar privilegiado en la primera fila, junto a otras monarquías católicas.Les han acompañado la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero; la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz; el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños; el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, y la embajadora de España ante la Santa Sede, Isabel Celaá.
La Casa Real, que recibió la invitación oficial del Vaticano días antes, ha destacado el carácter histórico y simbólico del acto. Los Reyes han saludado personalmente a León XIV en el interior de la basílica, siendo los cuartos en la lista de delegaciones recibidas por el pontífice, tras las de Italia, Perú y Estados Unidos. Según fuentes oficiales de la Casa Real, Felipe VI y doña Letizia han transmitido al papa “la felicitación y los mejores deseos en nombre del pueblo español, del Gobierno y de la Familia Real para un venturoso pontificado”, expresando además su deseo de verle pronto en España.
El Rey ha acudido vestido de uniforme de gala del Ejército de Tierra, portando el Toisón de Oro y la Gran Cruz de Carlos III, mientras que la reina Letizia ha lucido un vestido largo blanco y mantilla del mismo color, un privilegio reservado a las reinas católicas, en señal de la antigua alianza entre la monarquía española y la Iglesia.
Un evento de alcance mundial
La misa de inicio del pontificado de León XIV ha reunido a líderes de todo el mundo, como el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen, la presidenta peruana Dina Boluarte y el vicepresidente estadounidense J. D. Vance, entre otros. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, no ha asistido en persona, pero ha enviado una carta al Vaticano invitando al nuevo pontífice a visitar España.
La ceremonia ha sido seguida en directo por millones de personas y ha supuesto el inicio oficial de un pontificado que, según palabras del propio Felipe VI, aspira a ser “una verdadera fuente de esperanza para la humanidad”.
“Los Reyes han transmitido a Su Santidad el Papa la felicitación y los mejores deseos en nombre del pueblo español, del Gobierno y de la Familia Real para un venturoso pontificado, y que esperan verle pronto por España” (fuente: Casa Real).
Con este acto, la Iglesia católica inicia una nueva etapa bajo el liderazgo de León XIV, marcada por el reto de la unidad y la reconciliación en tiempos de incertidumbre global.