Coincidiendo con el Día Mundial Sin Tabaco, más de 50 organizaciones científicas, sanitarias y de la sociedad civil, lideradas por Nofumadores.org y la Sociedad Aragonesa Libre de Tabaco (SALT), han dirigido una carta abierta a los responsables políticos exigiendo que España adopte de una vez el empaquetado genérico del tabaco. La medida, avalada por más de una década de evidencia científica, sigue sin implementarse por la presión de la industria tabaquera, que opera a través de ciertos grupos políticos.
«España debe decidir si quiere seguir enterrando a 60.000 personas al año o si está dispuesta a enfrentarse a una industria que trafica con la muerte», denuncian las entidades firmantes, que acusan directamente a los parlamentos de Canarias y Extremadura de actuar como portavoces de las tabacaleras en el Estado.
La medida —que consiste en eliminar los logotipos, colores y diseños atractivos de las cajetillas, presentando los productos en envases estandarizados y poco atractivos— busca neutralizar el marketing encubierto que todavía representan los paquetes. Países como Australia, Francia o Reino Unido ya han aplicado con éxito esta política, con un claro impacto en la reducción del número de fumadores jóvenes.
El paquete como último bastión publicitario
«El empaquetado genérico no elimina la marca ni la información legal, pero desactiva el poder seductor de las cajetillas», explica Isabel Nerín, presidenta de SALT. A juicio de las entidades firmantes, esta medida es especialmente eficaz para combatir el inicio del consumo entre jóvenes, además de reforzar los mensajes de advertencia sanitaria.
No obstante, la inclusión del empaquetado genérico desapareció del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027 por presiones del Ministerio de Hacienda. La decisión ha provocado un profundo malestar en el ámbito de la salud pública.
«Estamos siendo testigos de una interferencia brutal de los lobbies del tabaco en el proceso legislativo», alerta Raquel Fernández Megina, presidenta de Nofumadores.org, quien señala directamente a diputados de regiones productoras de tabaco por replicar discursos fabricados por la Mesa del Tabaco, el principal grupo de presión de la industria.
La vieja táctica de sembrar dudas
Las organizaciones denuncian que la industria tabaquera continúa utilizando la estrategia que lleva décadas empleando: negar la evidencia, exigir pruebas imposibles y dilatar la toma de decisiones. «La exigencia de pruebas infinitas es una cortina de humo para proteger un negocio que se alimenta de la enfermedad», señala Fernández Megina.
La indignación ha traspasado fronteras. Organizaciones de más de una decena de países —desde Argentina hasta Filipinas— han respaldado la implantación del empaquetado genérico en España, en línea con las recomendaciones del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco.
Una elección clara: salud o beneficios
«La salud pública no puede seguir siendo moneda de cambio frente a los intereses económicos de una industria que vive de la adicción», reclaman las entidades, que instan al Gobierno a actuar con valentía y a impedir que el Ministerio de Hacienda y el de Agricultura continúen boicoteando las políticas del Ministerio de Sanidad.
«A los políticos que realmente quieren defender la salud pública: ha llegado el momento de actuar con valentía», concluye la carta. «El empaquetado genérico funciona, salva vidas y no admite más demoras. La sociedad está del lado de la salud, no del negocio del humo».
Redacción StickNoticias.es
