La Sección Segunda de la Audiencia de Navarra ha condenado a dos años de prisión a un hombre de 28 años, natural de Argelia, por quebrantar de forma reiterada la orden de alejamiento respecto a su expareja y agredirla en un hotel de Tudela, causándole lesiones de consideración. La sentencia, que ha sido dictada tras un acuerdo de conformidad entre la fiscalía y la defensa, incluye además una indemnización de 10.000 euros a favor de la víctima.
Los hechos ocurrieron en noviembre de 2023, pese a que desde agosto de 2021 el acusado tenía prohibido comunicarse o acercarse a su expareja, medida que se le controlaba mediante un dispositivo GPS. Según recoge la resolución judicial, el hombre mantuvo contacto con la víctima a través de llamadas, redes sociales e incluso acudiendo a los lugares donde ella se encontraba.
En los primeros días de noviembre, ambos decidieron verse en Tudela, donde reservaron una habitación de hotel. El acusado le pidió a la mujer que no portara el dispositivo de geolocalización. La madrugada del 11 de noviembre discutieron en varias ocasiones, primero en el hotel, luego en una discoteca y, de nuevo, en la habitación. Fue allí donde, según la sentencia, el hombre le propinó “puñetazos y patadas de forma reiterada”, ocasionándole, entre otras lesiones, una fractura nasal en el lado derecho.
La víctima requirió atención médica urgente, incluidas radiografías, colocación de férula nasal, curas y observación. El tribunal consideró que el agresor actuó con sus capacidades levemente mermadas por el consumo habitual de alcohol y drogas, circunstancia que ha sido tenida en cuenta como atenuante, junto a la reparación parcial del daño: antes del juicio, ya había abonado 8.000 euros, y se ha comprometido a pagar los 2.000 restantes en ocho plazos mensuales.
Por estos hechos, el hombre ha sido condenado por un delito continuado de quebrantamiento de medida cautelar (9 meses de prisión) y un delito de lesiones en el ámbito de la violencia sobre la mujer (1 año y 3 meses). No podrá acercarse a menos de 500 metros ni comunicarse con la víctima durante cinco años.
La sentencia ha sido declarada firme tras la renuncia de las partes a recurrirla. El tribunal ha acordado suspender el ingreso en prisión durante cuatro años con la condición de que el condenado no vuelva a delinquir en ese periodo y abone la totalidad de la indemnización pactada.
