Navarra podría enfrentar un déficit significativo de mano de obra en el horizonte de 2036 si no se adoptan políticas decididas en materia de empleo, formación y migración. Esta es una de las principales conclusiones del estudio «Empleo y Transición Demográfica en la CAPV y Navarra: Horizonte 2036», elaborado por LABORAL Kutxa y presentado este martes en Pamplona por Joseba Madariaga, director del Departamento de Estudios, y Javier Cortajarena, director Territorial de la entidad financiera. Ambos han estado acompañados por la consejera de Derechos Sociales, Economía Social y Empleo del Gobierno de Navarra, M. Carmen Maeztu.
El estudio pone sobre la mesa una reflexión rigurosa sobre el futuro del mercado de trabajo en un contexto de cambio demográfico acelerado, y advierte de que la simple inercia económica ya no será suficiente para garantizar el equilibrio entre empleo disponible y población activa. Según han explicado los responsables del informe, la combinación de baja natalidad, alta esperanza de vida (en torno a los 84 años) y un progresivo envejecimiento de la población dibuja un escenario de incertidumbre que exige medidas urgentes.
Recuperación tras la crisis y evolución del empleo
Entre los años 2008 y 2023, el mercado laboral navarro logró recuperarse progresivamente de la gran recesión de 2008-2012. La tasa de empleo alcanzó en la actualidad sus mejores cifras desde entonces, gracias a un aumento sostenido del empleo femenino —que ya supone casi la mitad de la población ocupada— y a la incorporación creciente de personas migrantes. Sin embargo, el estudio constata un claro envejecimiento de las personas empleadas, una estructura del mercado centrada en el sector terciario y un incremento del empleo asalariado y público.
La proyección realizada por LABORAL Kutxa contempla nueve escenarios posibles para 2036, fruto de la combinación de distintas hipótesis de población activa y demanda de empleo. Cuatro de esos escenarios apuntan a una falta de mano de obra, mientras que los cinco restantes presentan un superávit. En los casos más desfavorables, Navarra podría no contar con el número suficiente de personas para cubrir los puestos de trabajo disponibles.
En este contexto, el informe destaca que alcanzar el objetivo europeo del 78% de tasa de empleo sería clave para evitar el déficit. Actualmente, Navarra se encuentra a solo cuatro puntos de esa meta, por lo que su consecución se considera factible si se mantienen las tendencias positivas y se evita el deterioro de las dinámicas demográficas.
Tres líneas de actuación: sénior, migración y recualificación
Para hacer frente a estos retos, el estudio plantea tres líneas estratégicas prioritarias:
- Fomentar la participación laboral de las personas sénior, extendiendo la vida laboral más allá de la edad habitual de jubilación.
- Atraer y retener población migrante, clave para sostener la población activa.
- Acelerar los programas de recualificación profesional, facilitando la adaptación del talento a los nuevos perfiles demandados.
«La ecuación entre número de empleos y número de trabajadores ya no se resolverá exclusivamente con políticas económicas», han señalado Madariaga y Cortajarena, quienes insisten en que la demografía, la educación y la gestión migratoria deberán incorporarse de forma estructural a cualquier estrategia de empleo.
Llamamiento a un pacto social para una transición compartida
Como mensaje final, el informe propone un pacto social de futuro que involucre a instituciones, empresas y ciudadanía para transformar los desafíos demográficos en oportunidades. «El tejido cooperativo, la cultura industrial y la solvencia tecnológica son fortalezas con las que cuentan tanto Navarra como la CAPV. Pero solo desde la colaboración y la acción colectiva será posible garantizar un desarrollo sostenible y competitivo», concluye el estudio.
Redacción: Pamplona Actual.com
