El portavoz de UPN en el Parlamento de Navarra, José Javier Esparza, ha elevado este lunes el tono contra la presidenta del Gobierno foral, María Chivite, a la que ha vuelto a exigir su dimisión inmediata por el llamado caso Belate y su vinculación con la trama que ha llevado a prisión provisional al socialista Santos Cerdán.
Durante su intervención en la comisión celebrada esta mañana en la Cámara foral, Esparza ha trazado un duro alegato en el que ha acusado a la presidenta de actuar como si fuera «una víctima política» y de querer seguir «la misma estrategia» que Cerdán, «ya se ve a dónde le ha llevado», ironizó.
El parlamentario regionalista ha denunciado una larga cadena de decisiones políticas y administrativas «plagadas de irregularidades» que, a su juicio, acaban apuntando directamente a Cerdán, a la adjudicación de las obras del túnel de Belate a una UTE participada por Servinábar —empresa en la que el exdirigente socialista tuvo participación—, y al núcleo mismo del Gobierno foral.
«Resulta que en la trama Koldo aparecen Cerdán, Ábalos, Antxón Alonso, Acciona y Servinábar, y aquí nadie se inmuta. ¿De verdad no le parece sospechoso que esa obra acabara precisamente en manos de esa UTE, señora Chivite?», espetó Esparza, que acusó al Ejecutivo de haber «hecho todo lo posible» para favorecer a la adjudicataria.
En un repaso pormenorizado a lo ocurrido en el proceso de adjudicación, Esparza destacó que cinco de los ocho miembros de la mesa de contratación habían oído previamente a quién se iba a adjudicar la obra, y que finalmente acertaron. Además, denunció que el presidente de la mesa —un alto funcionario prorrogado de forma excepcional pese a tener 73 años— fue clave con su puntuación para que la obra recayera en la UTE liderada por Acciona y Servinábar.
«Se prorrogó a una persona que debía jubilarse, pese a existir una lista oficial de sustituciones. ¿Por qué? ¿Por qué se impidió que su suplente pudiera valorar las ofertas sin conocer las puntuaciones previas? ¿Por qué se negó a eliminar los extremos para hacer más objetiva la valoración?», cuestionó el portavoz de UPN.
Esparza también puso el foco en el «trato recibido» por quienes denunciaron las irregularidades. Afirmó que el secretario de la mesa de contratación —crítico con el procedimiento— fue «apartado y trasladado a una nave», y que tuvo que intervenir la Oficina Anticorrupción para frenar el castigo. «¿Le parece normal, señora Chivite, actuar así contra quien se compromete con la legalidad?», preguntó.
Además, mencionó un correo en el que ese mismo funcionario denunciaba la sospechosa demora en la adjudicación de otro tramo de la N-121-A: «Se habla directamente de un ‘premio de consolación’. ¿Estamos ante un reparto de obras?», inquirió.
Esparza concluyó acusando a Chivite de haber perdido toda credibilidad y de estar atrapada por sus propias decisiones. «Usted dijo que no había informes de la UCO; ahora los hay. Dijo que confiaba plenamente en Santos Cerdán; hoy está en prisión. Dijo que nunca habló con él de adjudicaciones; ¿lo mantiene o va a seguir mintiendo?», preguntó.
Para el portavoz de UPN, «este escándalo no se puede explicar, porque sencillamente no tiene explicación lógica». Y zanjó su intervención con una advertencia: «Cada día que pasa, el problema de credibilidad de su Gobierno es mayor. Esto lo mancha todo. Y la única salida que le queda es la dimisión».