Las comunidades educativas de Ansoáin y Barañáin se ha despertado este martes caluroso con una noticia que llevaba meses esperando: no se abrirán las aulas de 2 años previstas en los colegios públicos Ezkaba y Alaitz. Así lo han confirmado esta misma mañana los ayuntamientos de ambos municipios a las iniciativas ciudadanas que, bajo el lema “Aulas de 2 años en Escuelas Infantiles”, han liderado la oposición a este proyecto impulsado por el Departamento de Educación del Gobierno de Navarra.
La noticia, celebrada como una victoria de la movilización colectiva, llega tras meses de protestas, asambleas, concentraciones y recogidas de firmas en defensa de un modelo de educación infantil específico y de calidad para el ciclo 0-3 años. En total, más de 6.700 firmas han respaldado una reivindicación que ha contado con el apoyo de la mayoría de los grupos municipales de Ansoáin y Barañáin, así como de la mayoría parlamentaria del Parlamento foral.
“Valoramos esta decisión como un gran paso en la defensa del ciclo educativo 0-3”, han declarado portavoces de la iniciativa en una nota de prensa, y ambién han subrayado el esfuerzo sostenido de la ciudadanía pese al “silencio institucional” del Departamento de Educación.
Durante este proceso, las plataformas han puesto en evidencia lo que consideran una imposición sin base ni demanda real por parte del Gobierno: aulas de 2 años sin matriculación prevista, sin planificación pedagógica clara y en contra de la voluntad de las comunidades educativas locales.
Aunque celebran la paralización del proyecto, tambien se preguntan cuestiones como la motivación sobre "abrir aulas sin demanda" Desde la plataforma insisten en que la lucha no termina aquí. Reafirman su compromiso con un modelo de escuela infantil pública y específica para el 0-3, con profesionales formados, entornos adaptados y una propuesta educativa centrada en las necesidades reales de la infancia.
“Esta es una victoria de todas y todos: de quienes se organizaron, de quienes firmaron, de quienes nos acompañaron en la calle. ¡Zorionak a quienes lo han hecho posible! ¡Seguiremos protegiendo el 0-3 en las calles!”, concluyen.
La decisión de no abrir estas aulas representa un cambio de rumbo significativo, aunque deja sobre la mesa el debate sobre la planificación educativa en Navarra y el papel de la participación ciudadana en decisiones que afectan directamente al futuro de los más pequeños.