Un colectivo de organizaciones antirracistas de Navarra, incluyendo SOS Racismo Nafarroa, Salhaketa Nafarroa y Médicos del Mundo, entre otras, ha emitido un comunicado conjunto para expresar su “alarma, indignación y repulsa” ante la oleada de violencia racista e islamófoba contra la población migrante, especialmente magrebí, en Torre Pacheco, Murcia.
Según el comunicado, estas agresiones no son hechos aislados, sino el resultado de discursos de odio, bulos, criminalización mediática y la inacción institucional.
El texto destaca que las personas migrantes en Torre Pacheco han sido acosadas, señaladas y perseguidas, muchas obligadas a permanecer encerradas en sus hogares o comercios por miedo a represalias.
Se han difundido mensajes y convocatorias públicas incitando a “cacerías de inmigrantes”, actos considerados delitos de odio. Las organizaciones critican que algunos medios y figuras políticas han contribuido a estigmatizar a la población migrante, alimentando el miedo y la polarización social.
El comunicado recuerda episodios similares, como los disturbios racistas en El Ejido (Almería) hace 25 años, o los más recientes en Marcilla, San Adrián y Hernani, donde se han registrado ataques contra migrantes.
También señalan el racismo institucional, que se manifiesta en la dificultad de acceso al padrón, la protección social o la presencia policial constante en barrios, vinculando el origen nacional con la delincuencia.
Las organizaciones rechazan que la “seguridad ciudadana” se utilice como excusa para justificar la violencia racista o para vincular migración con delincuencia. Denuncian que los cuerpos racializados, especialmente de personas negras, árabes o musulmanas, son históricamente presentados como amenazas, pese a ser quienes más sufren exclusión y precariedad.
Critican tanto a quienes fomentan el odio por rédito político como a quienes, por omisión, no combaten el racismo estructural.
El comunicado llama a fortalecer redes de apoyo mutuo, visibilizar el racismo estructural, organizar acciones autónomas y promover prácticas antirracistas desde la educación y la acción directa.
Las organizaciones firmantes, entre ellas Paris 365, Haritu y Oxfam Intermon, abogan por una sociedad basada en la igualdad de derechos y la deconstrucción de estructuras de poder que perpetúan privilegios.