El Ayuntamiento de Pamplona ha aprobado una declaración institucional en la que condena «de manera firme» los actos vandálicos, de coacción e intimidación sufridos por el comercio Sabor a España y por otros establecimientos de la ciudad. El texto, respaldado en el pleno municipal, rechaza cualquier ataque motivado por razones ideológicas, culturales o identitarias.
La declaración expresa la solidaridad del consistorio con la marca Sabor a España, sus trabajadores y con el conjunto del comercio local de Pamplona, subrayando su derecho a ejercer la actividad «en libertad y sin ser objeto de violencia o acoso».
Además, el Ayuntamiento se compromete a garantizar que la capital navarra sea «una ciudad libre de coacciones», reforzando la colaboración con los establecimientos afectados, apoyando la reparación de los daños sufridos y exigiendo a las fuerzas de seguridad la investigación y sanción de los responsables.
Con este acuerdo, el consistorio busca enviar un mensaje claro de respaldo al tejido comercial y de rechazo a la violencia como forma de presión en la vida social, cultural o económica de la ciudad.