Un proyecto europeo multicéntrico, en el que ha participado la Clínica Universidad de Navarra, ha confirmado la eficacia clínica de la sedación paliativa para aliviar el sufrimiento refractario en pacientes con enfermedad avanzada. El estudio demuestra que la administración de fármacos que reducen la consciencia logra una reducción significativa del malestar sin necesidad de recurrir a niveles excesivos de sedación.
La sedación paliativa, que consiste en ajustar la reducción de la consciencia a lo mínimo necesario para aliviar el sufrimiento asociado a síntomas que no responden a otros tratamientos, ha sido analizada en 80 pacientes adultos con cáncer avanzado en hospitales de España, Italia, Bélgica, Alemania y Países Bajos.
La Dra. Rocío Rojí, especialista del Servicio de Control de Síntomas y Medicina Paliativa de la Clínica Universidad de Navarra, señaló que el objetivo del proyecto ha sido “mejorar la evaluación y el manejo de los síntomas refractarios” y promover un uso "adecuado y ético" de la sedación paliativa. El estudio también ha demostrado la viabilidad de medir de forma objetiva los efectos del tratamiento en diversos contextos culturales.
Un hallazgo clave es el cambio en la metodología de medición: los profesionales ya no solo evalúan la profundidad de adormecimiento, sino también el confort del paciente mediante la observación de su expresión facial, respiración y sonidos. La Dra. Rojí destacó que han comprobado que la sedación "reduce el malestar de manera consistente y medible", consiguiendo que el paciente no perciba el sufrimiento.
La investigación ha generado ya una revisión europea de buenas prácticas y una guía clínica para profesionales, además de diversos artículos científicos sobre aspectos éticos y la comunicación en el tratamiento al final de la vida.