Los monstruos del hard rock finés, Lordi, desatan su poder en la sala Totem de Atarrabia

Villava-Atarrabia tembló —y no precisamente por las fiestas— con la llegada de Lordi, los míticos monstruos del hard rock finlandés que conquistaron Europa al ganar Eurovisión en 2006 con su inolvidable “Hard Rock Hallelujah”. El grupo liderado por el inconfundible Mr. Lordi convirtió la Totem en un auténtico 'infierno' (en el buen sentido)  de guitarras, máscaras y espectáculo con su gira “Limited Deadition Tour”.

Con Mr. Lordi al frente —mitad chamán, mitad pesadilla de cómic—, el grupo desplegó su escenografía que como siempfe va más allá de un conciert. Los nuevos temas, como “Syntax Terror”, se entrelazaron con himnos que ya forman parte del imaginario de toda una generación de metaleros, desde “Would You Love a Monsterman?” hasta “Hard Rock Hallelujah”.

El público, envuelto en la mezcla perfecta de teatralidad y potencia, respondió con devoción. Hubo saltos, puños al aire y miradas de pura nostalgia ochentera. En Totem no se celebró simplemente un concierto: se invocó un rito eléctrico, una celebración del exceso y la fantasía, donde lo grotesco se volvió bello y el ruido, arte.

El público se quedó con la sensación de haber asistido a algo que trasciende el tiempo: el recordatorio de que, a veces, los monstruos no asustan… sino que salvan el rock.