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Donde el camino de la vida se junta con el de las estrellas

Carta de un grupo de madres que representa a familias que han perdido a su hijo/a durante el embarazo o a los primeros días de nacer

Publicado: 12/10/2025 ·
19:09
· Actualizado: 12/10/2025 · 19:09
  • recién nacido
  • 15 de octubre, Día de la Muerte Perinatal y Neonatal
  • El 15 de octubre a las 20 horas se celebra un acto en la Plaza del Castillo
  • El grupo se reúne mensualmente en Civivox Ensanche

La vida que esperaba acompañar falleció sin esperarlo, dejándome en un camino lleno de lágrimas que nadie antes me había enseñado a transitar. Desde que en el hospital pronunciaron aquella frase que se clavó como un cuchillo de “no hay latido”,te lloré, te abracé, te dejé ir y tuve que aprender a vivir de nuevo. Desde entonces, mi pequeño bebé, te materno desde el corazón. 

Esta realidad, según los pocos datos estadísticos oficiales que tenemos, se estima que afecta a 1 de cada 4 mujeres embarazadas. Los datos son difíciles de encontrar ya que no existe por lo general una prioridad en las agendas políticas; muestra de ello es la falta de protocolos en los hospitales para atender a estas mamás, a estas familias. En Navarra, según datos para 2023 del Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de mortalidad perinatal (a partir de la semana 22 de gestación) ronda entre 3 y 4 casos por cada 1.000 nacimientos, una cifra similar a la media estatal. 

Las cifras son a valorar por su fuerte impacto emocional y social, a menudo, invisible. 

Algunos testimonios pueden hacernos empatizar con la vivencia de algunas de estas mamás: 

Con toda la ilusión emprendimos el camino de ser padres. No ha sido fácil: dos años, cinco pérdidas y una despedida muy dura a nuestro bebé Martín en la semana 20. Aún así, seguimos luchando, no perdemos la esperanza. Ellos son parte de nuestra historia, nuestro corazón y siempre lo serán. 

Podría parecer que Luc es hijo único, pero en realidad es el hijo mediano de tres hermanos. No puede jugar, abrazar y disfrutar de sus hermanas ya que se fueron de este mundo demasiado pronto. La causa de la pérdida, en ambos embarazos, fue una rotura prematura de membranas. 

Sylvia afrontó un embarazo gemelar con confianza pese al riesgo. A las 35 semanas se puso de parto: enterándose ese mismo día de que el corazón de su hija Sia había dejado de latir. Entre dolor y gratitud, vive un duelo perinatal silenciado que busca visibilizar con conciencia social. 

A los siete meses y medio le detectaron una enfermedad “incompatible con la vida”. Se nos cayó el mundo. Interrumpimos el embarazo y este 16 de enero, Lara nació sin vida. La despedimos durante una hora y aunque nos pareció macabro, ahora guardamos su foto como un tesoro.

El duelo perinatal se considera muchas veces un “duelo no reconocido”; es decir, un tipo de pérdida que la sociedad no valida con los mismos ritos ni apoyos que otras muertes. Las madres y padres suelen escuchar frases como “ya tendrás otro hijo” o “mejor que haya pasado ahora”, que lejos de consolar, invalidan el dolor real y profundo de la pérdida. Esto puede llevar a un aislamiento emocional, sentimientos de incomprensión y culpa, y a la dificultad de encontrar espacios donde expresar libremente la tristeza. 

En el mundo animal mamífero, por lo contrario, existen muchos casos donde la despedida tiene su espacio y es un acto o ritual de reparación. Conocido es el caso de una orca que durante 17 días acompañó a su cría arrastrándola durante 1600 km en el océano; o el de Natalia, una mona del zoo de Valencia que durante 7 meses estuvo abrazada al cuerpo de su bebé, dando de esta manera un espacio a su duelo. 

En esta despedida cobra también importancia el acompañamiento por parte de la familia y allegados para que la madre gestante no se sienta sola y profundamente incomprendida. Algunas formas de apoyo son: 

● Escuchar sin juzgar ni dar consejos rápidos. Dejar que la persona hable de su bebé si lo desea. 

● Nombrar al bebé. Validar su existencia ayuda a reconocer que fue una vida importante. 

● Respetar los tiempos del duelo. No hay plazos ni maneras “correctas” de superar esta pérdida. 

● Gestos sencillos de acompañamiento. Un mensaje, una visita o simplemente estar presente pueden marcar la diferencia. 

● Evitar minimizar la pérdida. Comentarios que buscan animar pueden hacer sentir incomprensión. 

En los últimos años han surgido iniciativas que buscan acompañar y dar apoyo a las familias que atraviesan esta situación. En Navarra estos son los recursos activos: 

● Esku Hutsik: asociación especializada en duelo perinatal y neonatal en Navarra, que ofrece grupos de apoyo y actividades para familias. 

● Goizargi: asociación navarra de duelo que acompaña diferentes tipos de pérdidas, incluidas las perinatales. 

● Grupo de mamás: un grupo de madres que han perdido a su bebé de diferentes formas y que se reúnen mensualmente en el Civivox del Ensanche de Pamplona para compartir experiencias, escucharse y acompañarse en el camino del duelo.

● Recursos de otras organizaciones: Umamanita, A Contracor o la Federación Española de Duelo Gestacional, Perinatal y Neonatal (FEDUP). 

El papel de los hospitales navarros es de vital importancia en esta primera parte del duelo que implica comunicar la noticia de la falta de latido o viabilidad de la vida, preparar para dar a luz al bebé fallecido, despedirlo, crear una cajita de recuerdos (sacar fotos al bebé, coger sus huellitas, un mechoncito de pelo) y facilitar información y contactos sobre recursos existentes para este proceso y un seguimiento; al igual que el que se le realiza a una mujer en el postparto (en este caso más necesario aún). Este conjunto de pasos, son cruciales para encaminar el duelo de una vida tan esperada. 

La huella que dejan estos bebés estrella (así se les llama) es la de un amor eterno e invisible. La muerte perinatal es un dolor profundo que muchas familias en Navarra atraviesan en silencio. Integrar esta ausencia en la nueva realidad es un proceso personal que transforma la vida para siempre. Visibilizar este tipo de pérdidas, reconocer su legitimidad y ofrecer espacios de acompañamiento son pasos esenciales para que las familias no se sientan solas en este proceso y puedan seguir viviendo.

El 15 de octubre pedimos visibilidad y empatía para estas ausencias que transforman la vida. Nuestros “bebés estrella” dejan una huella de amor eterno. Ojalá ninguna familia viva este camino en soledad ni sin apoyo.

Firmado,

Grupo de madres que representa a familias que han perdido a su hijo/a durante el embarazo o a los primeros dias de nacer

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