La Federación Navarra de Caza, junto con la Real Federación Española de Caza (RFEC) y el resto de entidades autonómicas, ha exigido rigurosidad a los partidos políticos y a los medios de comunicación tras conocerse los datos del Estudio sobre la gestión de la protección animal en España, elaborado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030. El informe oficial desmonta, según el sector, el relato difundido durante años sobre un supuesto abandono masivo de perros de caza.
Por primera vez, el propio Gobierno central ofrece datos públicos y verificables que confirman lo que el mundo cinegético ha venido defendiendo: la caza no es el origen del problema del abandono animal en España. El estudio cifra en 15.216 los perros perdidos o abandonados en 2023, un dato que incluye todas las razas y circunstancias, desde extravíos hasta entregas voluntarias. De ellos, solo el 12,9 % —unos 2.422 ejemplares— pertenecen a razas de caza, y se estima que únicamente 1.965 casos pueden considerarse abandonos reales. En el caso de los galgos, la cifra baja aún más: 2,8 %, unos 425 animales.
Estas cifras contrastan con las estimaciones de hasta 50.000 abandonos que algunas organizaciones animalistas difunden cada año, lo que, según las federaciones, “evidencia una manipulación sistemática de la verdad y un daño reputacional grave” para el colectivo de cazadores.
“El propio Gobierno ha hablado. Los datos son oficiales, públicos y verificables. Ya no caben excusas ni interpretaciones ideológicas. Pedimos a los responsables públicos y a los medios que sean rigurosos y no vuelvan a criminalizar al sector con bulos interesados”, reclaman desde la RFEC y las federaciones autonómicas.
Las entidades cinegéticas sostienen que el informe “marca un antes y un después” al respaldar con datos objetivos lo que el sector venía denunciando: que el abandono masivo de perros de caza es un mito. “Los cazadores somos los primeros interesados en el bienestar de nuestros perros: son nuestra herramienta, nuestra familia y nuestro orgullo. Los cuidamos, los alimentamos y los protegemos. La verdad ya está sobre la mesa; ahora exigimos que se respete”, concluyen.





