Cientos de personas participaron este sábado en Pamplona en la manifestación convocada por las asociaciones memorialistas de Navarra para reclamar el derribo del Monumento a los Caídos. La movilización, que partió a las seis de la tarde desde el propio edificio y concluyó frente al Ayuntamiento, coincidió con el 50.º aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco.
Durante el acto se leyó un manifiesto en el que se recordó que «dentro de 12 días se conmemoran los 50 años de la muerte, en la cama, del dictador y genocida Franco». En el texto se afirmó que «muchas huellas dejó el paso de ese nefasto personaje por la historia» y que «una de ellas, la más visible, es ese horrible Monumento a los muertos en la Cruzada, los Caídos», por lo que, insistieron, «ese monumento hay que derribarlo».
El manifiesto enumeró los motivos por los que, según las asociaciones, debe acometerse esta actuación «de beneficio para la lucha antifascista». Entre ellos, que «el Monumento no es Lugar de Memoria. Las víctimas son la Memoria»; que «la Ley de Memoria Democrática dice que los símbolos franquistas deben ser eliminados»; o que «por la dignidad de las víctimas y porque estamos en el lado correcto de la historia, hay que derribar los Caídos».
El texto también sostuvo que «el mantenimiento de los Caídos no garantiza el derecho de las víctimas a la Verdad, Justicia, Reparación y garantías de no repetición» y que «la única forma de combatir a los fascistas es el enfrentamiento ideológico con rotundidad y sin medias tintas». Los convocantes se dirigieron además al tripartito municipal, afirmando: «nos tenéis que oír, vuestras leyes nos amparan. Debéis ser consecuentes con lo que aprobasteis».
En el manifiesto se calificó la dictadura franquista como «un genocidio humano e ideológico» y se consideró que «sus símbolos no deben seguir en pie». También se afirmó que «la permanencia en pie del monumento es un insulto permanente a las víctimas y a sus familias» y que «el derribo de ese monumento al franquismo es un acto de higiene democrática».
Asimismo, se recordó que «un monumento tan abominable, como dijo Ana Ollo, no puede presidir una plaza dedicada a la libertad» y que «resignificar los Caídos es maquillar el monumento».
El manifiesto concluyó agradeciendo a los asistentes «el esfuerzo que habéis hecho al venir venciendo las desagradables condiciones meteorológicas» y con un mensaje final: «La lucha por el derribo de los Caídos sigue y seguirá. Nos vemos en las calles. Agur».
