La economía navarra mantendrá un ritmo de crecimiento sólido durante los próximos dos años. Así lo recoge el informe Situación Navarra 2025, elaborado por BBVA Research, que prevé un aumento del PIB del 2,4% en 2025 y 2026, ligeramente por debajo del crecimiento estimado para el conjunto de España (3,0%) pero muy por encima del previsto para la eurozona (0,9%).
El estudio, presentado este miércoles en Pamplona por Miguel Cardoso, economista jefe de BBVA Research para España, y Marta Alonso, directora de la Territorial Norte de BBVA, apunta a que Navarra podría crear 12.100 nuevos empleos entre 2024 y 2026, situando la tasa de paro en el 7,5% el próximo año y en el 6,9% en 2026.
Entre los factores que sostienen el crecimiento se encuentran la mejora del consumo privado, la fortaleza del empleo público, la expansión del sector servicios y las exportaciones turísticas, en un contexto de menor inflación, bajada de tipos de interés y precios más bajos del petróleo. A finales de 2026, el PIB navarro podría estar 11 puntos por encima del nivel de 2019.
El motor del consumo y el turismo nacional
El consumo de los hogares continúa siendo una de las principales palancas del crecimiento. Según los datos del banco, el gasto presencial total en Navarra –tanto nacional como extranjero– creció un 13% en 2024 y un 10,1% en lo que va de 2025. El informe destaca especialmente el aumento de las compras en grandes superficies, restauración y hogar.
En el ámbito turístico, Navarra sigue atrayendo visitantes, sobre todo del País Vasco, La Rioja y la Comunidad Valenciana. El gasto de los turistas nacionales en la región creció un 8,4% en 2025, mientras que el de los navarros fuera de su comunidad se moderó, principalmente hacia Madrid y Cataluña.
Industria y exportaciones, los puntos débiles
El estudio subraya que la industria navarra aún no ha recuperado los niveles previos a la pandemia. Las exportaciones de bienes enlazan tres años de caídas y en lo que va de 2025 registran un descenso del 5,6% interanual, frente al leve aumento del 0,3% en el conjunto de España. La debilidad de las semimanufacturas y el sector del automóvil explica buena parte del retroceso.
Asimismo, la recuperación del sector automotriz se mantiene lenta: las matriculaciones están todavía 34 puntos por debajo de 2019, y la inversión empresarial avanza con dificultad, lastrada por una baja rentabilidad y escasez de mano de obra cualificada.
Inflación controlada y salarios al alza
La inflación se estabiliza alrededor del 2% anual, en línea con el objetivo del Banco Central Europeo, mientras que los salarios pactados en convenio crecen por encima del 3%. Este diferencial permitirá una recuperación del poder adquisitivo de las familias, que podría reforzar el consumo y sostener el dinamismo económico.
El informe también destaca la recuperación del crédito hipotecario, que ha aumentado más de un 40% en lo que va de año, y el buen comportamiento de la construcción, con un crecimiento de los visados de obra no residencial y de los proyectos ligados al turismo.
Política fiscal y fondos europeos, impulso adicional
BBVA Research considera que la política fiscal expansiva del Gobierno de Navarra seguirá apoyando el crecimiento. El bajo nivel de deuda pública (10% del PIB regional) y la capacidad de generar superávits dan margen para invertir en digitalización, transición energética y envejecimiento poblacional.
Hasta septiembre de 2025, se han ejecutado en Navarra 613 millones de euros procedentes del Plan de Recuperación (NGEU), lo que equivale al 2,3% del PIB regional. Si se acelera el ritmo, podría ejecutarse el 100% de las inversiones antes de agosto de 2026.
Retos estructurales: vivienda y mercado laboral
El informe alerta de que la falta de vivienda asequible, especialmente en el área de Pamplona, podría convertirse en un cuello de botella para la atracción de talento y el bienestar social. Aunque los visados de vivienda han crecido más que en el conjunto de España en 2025, se prevé una estabilización en 2026.
Por otra parte, la escasez de trabajadores cualificados en sectores como la industria, los servicios y la construcción, junto con el relevo generacional, continúa siendo uno de los principales desafíos de la economía navarra.




