La cabalgata de Olentzero volvió a llenar este año de tradición y ambiente festivo las calles de Pamplona en la tarde del 24 de diciembre. El desfile principal partió a las 18:00 horas desde el patio de la Escuela de Artes y Oficios y recorrió un amplio itinerario urbano que incluyó las calles Iturralde y Suit, la Plaza de la Libertad, Paulino Caballero, Cortes de Navarra, la avenida Carlos III, la Plaza del Castillo, Chapitela, Mercaderes, Estafeta y Amaya.
A lo largo del recorrido, cientos de familias acompañaron al carbonero más querido de la Navidad navarra, en una cabalgata marcada por la música, los personajes tradicionales y la participación de numerosos colectivos culturales. A las 19:30 horas, Olentzero hizo su entrada en la Plaza Consistorial, donde fue recibido por el alcalde de Pamplona, quien le impuso el tradicional pañuelo de cuadros azules. El acto contó con la presencia de la corporación municipal y con la interpretación musical de la Banda de Música La Pamplonesa.
Antes de iniciar el desfile, y como gesto destacado de esta edición, se rindió un emotivo homenaje a Mari Ganuza, Jesús Mari Viguiristi, Loretxo Iarrea y Ricardo Insausti. El reconocimiento estuvo acompañado por un solo de trompeta a cargo de La Pamplonesa y la interpretación de un aurresku, que arrancó el aplauso del público congregado en el punto de salida.
La cabalgata presentó este año una novedad obligada por las restricciones ministeriales derivadas de la gripe aviar, que impidieron la participación de aves como gallinas, patos u ocas. A pesar de ello, el desfile mantuvo su carácter rural y tradicional gracias a la presencia de alrededor de 200 animales —caballos, mulas, bueyes, burros, ponis, ovejas y cabras— procedentes de Hípica Zahorí, de Falces, que volvieron a ser uno de los grandes atractivos del recorrido.
Con esta cabalgata, Pamplona volvió a dar la bienvenida a la Navidad más popular y simbólica, en una tarde en la que la tradición, la música y la emoción se dieron la mano en el corazón de la ciudad.
