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Pamplona Actual

Un estudio de la UPNA revela un desajuste entre percepción y realidad en el reparto de tareas y cuidados en el contexto familiar

Los hombres realizan las tareas que les resultan “más agradables” y las mujeres, “las necesarias”, al margen de si son gratas o no.

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De izq. a dcha.: Yolanda Alonso Martirena, Javier Monzón González, Lucía Pellejero Goñi, Iratxe Suberviola Ovejas y Ernesto Pérez Esáin, autores de un estudio sobre corresponsabilidad en los cuidados, en la jornada de la UPNA.

Público asistente a la jornada sobre corresponsabilidad en los cuidados en el contexto familiar celebrada en la UPNA.

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) sobre la percepción del estudiantado de la institución académica respecto a la corresponsabilidad en los cuidados en el contexto familiar detecta una significativa diferencia entre lo que el alumnado universitario cree acerca del reparto de las tareas del hogar y de cuidados y lo que realmente observa en su entorno más cercano. Según este informe, un 39 % del alumnado considera que estas responsabilidades se distribuyen de forma igualitaria entre ambos progenitores. Sin embargo, el análisis detallado de las respuestas evidencia que, en la práctica, continúan recayendo mayoritariamente en las mujeres. La investigación también constata que los hombres realizan las tareas que les resultan “más agradables” y las mujeres, “las necesarias”, al margen de si son gratas o no. “El reparto no es tan igualitario como lo perciben los y las jóvenes”, apunta el documento, que ha sido elaborado por el grupo de investigación Educación Holística e Inclusiva (EDHOI) de la institución académica.

El citado estudio, titulado “La corresponsabilidad en los cuidados en el contexto familiar. Medición de la percepción del estudiantado universitario de Navarra” , fue presentado durante la I Jornada de Divulgación Científica “Pasado, presente y futuro de la corresponsabilidad en los cuidados en el contexto familiar” , organizada por el grupo de investigación EDHOI y celebrada en el campus de Arrosadia. Dicho trabajo ha sido elaborado por un equipo de docentes de la UPNA: Yolanda Alonso Martirena, Lucía Pellejero Goñi, Javier Monzón González, Iñaki Escudero Legarreta (Departamento de Ciencias Humanas y de la Educación y grupo EDHOI) y Ernesto Pérez Esáin (Departamento de Sociología y Trabajo Social), junto con Iratxe Suberviola Ovejas (profesora de la Universidad de La Rioja). Este estudio ha sido financiado por el Instituto Navarro para la Igualdad (INAI) en el marco del programa “Pacto por los cuidados”.

La investigación, realizada mediante cuestionarios a alumnado de la UPNA de sus campus de Pamplona y Tudela, muestra que, aunque un 39 % de quienes respondieron afirma que se da un reparto igualitario, un 43,2 % señala que es la madre quien realiza la mayoría de las tareas básicas del hogar, frente a tan solo un 17,6 % que identifica al padre como el principal responsable. Además, un 25 % contesta no saber quién se encarga del cuidado en sus hogares, un dato que, según el equipo de investigación, “debería ser tenido muy en cuenta en futuros estudios”.

De izq. a dcha.: Yolanda Alonso Martirena, Javier Monzón González, Lucía Pellejero Goñi, Iratxe Suberviola Ovejas y Ernesto Pérez Esáin, autores de un estudio sobre corresponsabilidad en los cuidados, en la jornada de la UPNA.

“En la investigación se concluye que, con respecto a la percepción que tienen los y las jóvenes sobre el reparto de tareas y responsabilidades domésticas, los hombres se encargan mayoritariamente del mantenimiento del coche, las pequeñas reparaciones en el hogar y las gestiones con la comunidad de vecinos y vecinas, mientras que las mujeres son las que se ocupan siempre de organizar armarios y planchar, planificar y preparar las comidas y todas las tareas relacionadas con la limpieza del hogar, especialmente, limpiar los baños —recoge el estudio—. Las tareas que se distribuyen de modo más equitativo entre hombres y mujeres son recoger la mesa después de comer y lavar los platos”.

Según el grupo de investigación, de los datos se deduce que los hombres realizan las tareas que “eligen o les resultan más agradables”, mientras que las mujeres asumen aquellas que son “necesarias en el hogar independientemente de si son agradables o no”. “Además, en ellas recae no solo la realización de la tarea, sino la planificación y organización familiar”, apunta el equipo de investigadores.

Los datos obtenidos en el estudio son “contundentes en cuanto a la repercusión que el reparto desigual de las responsabilidades de tareas del hogar y cuidados tiene sobre el desarrollo laboral y personal de las mujeres”. “En este sentido, los y las jóvenes afirman que las horas dedicadas al hogar y a los cuidados de los hijos e hijas ha condicionado en mayor medida a las madres —plantea el grupo EDHOI—. En concreto un 66,6 % del alumnado encuestado consideraba que el tiempo dedicado a los cuidados condicionaba casi exclusivamente a la madre, frente a un 3,4 % que señalaba al padre. Vemos aún que se asume como normal una mayor repercusión en la madre”.

A juicio del grupo de investigadores, el reparto desigual de las tareas en las familias “perpetúa los estereotipos de género y continúa con el modelo de privilegio androcentrista y de atribución femenina de las tareas del hogar y los cuidados”. “Si la mujer tiene además un empleo remunerado, la doble jornada es una realidad cotidiana para ella”, añade el equipo investigador.

Además, tal como recoge el informe, la percepción del alumnado universitario de la desigualdad en casi todos los grupos de trabajo doméstico y de cuidado en sus hogares “tiene importantes implicaciones para la igualdad de género”. “La distribución desigual de las responsabilidades domésticas y de cuidado sigue siendo un obstáculo para que las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres en la sociedad —se lee en el estudio—. Por ello, no deja de ser necesario seguir trabajando desde el área de la educación para promover la igualdad de género en este ámbito y promover la corresponsabilidad en los cuidados, tanto en el ámbito doméstico como en el laboral”.

Público asistente a la jornada sobre corresponsabilidad en los cuidados en el contexto familiar celebrada en la UPNA.

Finalmente, el grupo de investigación considera necesario “profundizar más en el análisis de las contradicciones que la muestra ha descrito, ya que podría ser significativa tanto de un aprendizaje de deseabilidad social como del aprendizaje de un discurso de igualdad que no tiene reflejo, a posteriori, en acciones cotidianas que ayuden a superar la brecha de género”.

Para este estudio, se entrevistó a un grupo de 501 personas elegidas al azar entre el alumnado de la UPNA, asegurando que hubiera un equilibrio entre mujeres y hombres, de forma que ese grupo reflejara lo mejor posible a la población general que se quería analizar. Con ese número de participantes, los resultados del trabajo tienen un nivel de confianza del 97 % y un margen de error del 2,78 %.

La jornada en la que se presentó dicho informe acogió también una mesa redonda titulada “Reflexiones sobre el presente y el futuro de la corresponsabilidad en los cuidados en el contexto familiar. El papel de la escuela”. En ella, participaron Edurne Jáuregui Fernández, subdirectora de Ciudadanía, Empoderamiento y Participación de las Mujeres del Instituto Navarro para la Igualdad (INAI); Oihane Etxarte Buezo, jefa de Negociado de Coeducación del Departamento de Educación del Gobierno de Navarra; Miren Fernández Eraso, representante de AULEXNA (la Asociación de Alumnado y Exalumnado del Aula de la Experiencia de la UPNA) y maestra jubilada; y Xabier Pardo Rodríguez, estudiante del grado en Maestro. El debate estuvo moderado por el profesor Javier Monzón González.

En su intervención, Edurne Jáuregui puso de relieve la necesidad de situar los cuidados en el centro de la agenda social como elemento clave para “la sostenibilidad de la vida” y subrayó el papel de la educación en este sentido, que también debe contribuir a que el alumnado comprenda que “nada es neutro” y que los retos de la sociedad deben abordarse “con perspectiva de género”.

Por su parte, Oihane Etxarte valoró positivamente la trayectoria del programa de coeducación Skolae, impulsado por el Gobierno de Navarra e iniciado en el curso 2017-2018. Señaló que, pese a las dificultades judiciales y a los efectos de la pandemia, ha supuesto un avance global en la incorporación de contenidos de igualdad en el sistema educativo. También recordó que la actual ley de educación, LOMLOE (Ley Orgánica por la que se Modifica la Ley Orgánica de Educación), ha reforzado este enfoque al incluir contenidos curriculares en las etapas obligatorias. A su juicio, dado que no se puede intervenir directamente en los hogares del alumnado, “la escuela es para muchas niñas y niños una ventana al mundo, y desde el aula se puede hacer mucho más de lo que creemos”, indicó.

Desde la experiencia de AULEXNA, Miren Fernández Eraso expuso que las políticas de igualdad han contribuido a logros como la ampliación de los permisos de paternidad, pero también advirtió de los desafíos actuales, como la influencia de redes sociales o los discursos regresivos en la adolescencia. En su intervención, resaltó el programa Skolae como “un recurso educativo completo que no solo trabaja la igualdad de género, sino también otros aspectos como la resolución pacífica de conflictos, la participación social o los buenos tratos”.

Finalmente, Xabier Pardo destacó que, como futuro docente, considera fundamental el enfoque de Skolae y propuso implicar a las familias en el trabajo sobre igualdad y cuidados “para avanzar en una misma dirección desde todos los ámbitos”.

Durante la jornada, se defendió la idea de que cuidar y ser cuidado es parte de un ciclo vital que afecta a toda la población, por lo que es imprescindible reivindicar tanto el derecho a cuidar como a recibir cuidados y a cuidarse.

También se incidió en que la corresponsabilidad en los cuidados es una cuestión de “justicia social” que incide directamente en la salud, el bienestar y el desarrollo personal y profesional de las personas, especialmente, de las mujeres. Comprender los cuidados como un pilar de la sostenibilidad de la vida es, según se señaló en el cierre de la jornada, clave para construir “una sociedad más equitativa y cohesionada”.
 

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