La Asociación de Consumidores de Navarra Irache ha aconsejado a todas las personas que hayan sido víctimas de estafas bancarias de phishing que reclamen a su banco la devolución del dinero sustraído. Esta recomendación se produce tras una reciente sentencia del Tribunal Supremo que refuerza la protección de los usuarios y establece que la entidad solo quedará exonerada si acredita que el cliente actuó de forma negligente.
En los últimos años, Irache ha atendido a un número creciente de personas afectadas por este tipo de fraudes, en los que los delincuentes suplantan a entidades bancarias mediante mensajes o correos electrónicos para obtener las claves de acceso a las cuentas y realizar cargos o extracciones sin autorización. En muchos casos, los consumidores ni siquiera comprenden cómo se han filtrado sus datos.
Irache ha gestionado numerosos casos en los que, tras una negativa inicial del banco, el asunto ha llegado a los tribunales y la justicia ha dado la razón a los usuarios, reconociendo su diligencia y obligando a las entidades a devolver el dinero robado.
Fallos favorables a los consumidores
Uno de los casos recientes acompañados por Irache corresponde a una persona que perdió 4.400 euros tras recibir un mensaje fraudulento de su banco. El juzgado entendió que la afectada actuó diligentemente al contactar de inmediato con atención al cliente y denunciar la operación no autorizada. El fallo obligó a la entidad a reembolsar el importe íntegro.
Otro afectado detectó una semana después de una compra en línea que su tarjeta había sido utilizada 25 veces sin su consentimiento, acumulando un fraude de 3.824 euros. Aunque el banco alegó que las operaciones fueron correctamente verificadas, la jueza concluyó que no podían haber sido realizadas por el cliente, ya que residía en Pamplona y las compras se efectuaron en Cataluña. El banco fue condenado a restituir el dinero.
También se ha conocido el caso de una persona que, estando de vacaciones, recibió notificaciones por cargos no realizados con su tarjeta, uno de ellos por valor de 1.090 euros. Aunque la entidad bloqueó algunos de los pagos, permitió uno de ellos. El juez consideró que no existía negligencia por parte de la cliente y que todo apuntaba a un fallo en el sistema de seguridad del banco, que finalmente fue condenado a devolver el dinero.
Una sentencia del Supremo refuerza los derechos de los consumidores
La reciente sentencia del Tribunal Supremo, que da la razón a un afectado que perdió más de 83.000 euros, confirma esta línea jurisprudencial. El Alto Tribunal considera que, salvo prueba de negligencia por parte del cliente, el banco debe responder del dinero sustraído. En este caso, el usuario había actuado correctamente al avisar al banco, que no activó medidas de seguridad eficaces para evitar el fraude.
El Supremo subraya que es la entidad financiera la que debe demostrar que el cliente incurrió en negligencia, y recuerda que los bancos están obligados a disponer de sistemas capaces de detectar operaciones anómalas y bloquearlas antes de que se ejecuten.
Recomendaciones de Irache a los afectados
Desde Irache se insiste en que cualquier usuario que detecte movimientos sospechosos en su cuenta debe comunicarlos inmediatamente al banco, presentar denuncia ante la Policía y reclamar formalmente la devolución del dinero. La asociación recuerda que las víctimas tienen derecho a ser resarcidas, siempre que actúen con diligencia y no hayan facilitado sus datos de forma imprudente.
La sentencia del Supremo supone, según Irache, un respaldo importante para los consumidores que se enfrentan a este tipo de estafas y una llamada de atención a las entidades financieras para que refuercen sus sistemas de seguridad y protejan eficazmente a sus clientes.