La portavoz del grupo municipal de Unión del Pueblo Navarro en el Ayuntamiento de Pamplona, Cristina Ibarrola, ha denunciado hoy en rueda de prensa “la imposición del euskera en las Escuelas Infantiles por parte de Asiron, que ha incrementado la oferta de plazas en este modelo hasta el 31% cuando la demanda real en las preinscripciones para el próximo curso ha sido del 24%, exactamente el mismo porcentaje de plazas que ofertábamos nosotros. Esto significa que las posibilidades para acceder a una plaza en euskera sean ahora mucho mayores que para hacerlo en castellano”.
De manera concreta, Ibarrola ha remarcado que para el curso 2025-2026 “el 78,7% de quienes han solicitado plaza en euskera podrán acceder a ella, mientras que este porcentaje se reduce al 51,5% en castellano”. Estos datos son para UPN consecuencia de “este aumento totalmente injustificado de plazas en euskera. Asiron está obligando a que cada vez más familias matriculen a sus hijos en euskera porque es más fácil conseguir una plaza gratuita en este idioma”.
La portavoz de UPN en el Ayuntamiento de Pamplona ha denunciado que el alcalde “imponga este idioma en vez de atajar el verdadero problema, que es garantizar que el mayor número de familias posible pueda acceder de manera gratuita a una escuela infantil. Nuestra demanda, tal y como hemos dicho en muchas ocasiones, es clara. Vía convenio con escuelas concertadas o vía ayuda económica, apostamos porque todos los ciudadanos de Pamplona puedan llevar a sus hijos a una Escuela Infantil de manera gratuita. Con gratuidad universal los padres elegirían en libertad el modelo lingüístico que quieran para sus hijos”.
Para Ibarrola, estamos ante una “nueva trampa de Asiron. Aumenta las plazas en euskera de manera injustificada sabiendo que se van a llenar porque, al igual que en castellano, en euskera también hay más demanda que oferta. El año que viene nos dirá que un 31% de los niños estudiaron en euskera y volverá a agarrarse a otro supuesto aumento de demanda de plazas en este idioma para seguir subiendo la oferta. Dirá que como todas las plazas de euskera se cubrieron son necesarias más. Y así sucesivamente. En resumen, crea unas reglas injustas para favorecer a quien solicita una plaza en euskera, penalizando de forma sectaria a quien solicita en castellano”.
Esto supone en definitiva un ataque a la libertad de los padres para “imponer a los padres el idioma que el alcalde prioriza. Quien quiera optar a una plaza gratuita sabe que si opta por el euskera es más sencillo conseguirla”.