Los regionalistas califican la situación de “insostenible” y denuncian la imposibilidad del personal funcionario para frenar “las decisiones dogmáticas y sectarias” de los cargos políticos UPN ha afirmado que la reciente dimisión del director de servicio de vivienda del Gobierno de Navarra, Javier Etayo, “evidencia la fractura existente entre los profesionales y los cargos políticos del Departamento que dirige Begoña Alfaro”.
Para UPN, “la situación actual en el seno del Departamento de Vivienda es insostenible y está provocando la desafección del personal funcionario con décadas de experiencia ante la imposibilidad de frenar las decisiones dogmáticas y sectarias que están imponiendo los cargos políticos, y ante el daño que están produciendo en la ciudadanía”.
El partido foralista ha recordado que “el señor Etayo ha dirigido el servicio de vivienda durante más de 20 años con gobiernos de todos los colores”. Por ello, han solicitado la comparecencia de la consejera Alfaro para que dé cuenta de lo sucedido en torno a esta dimisión y para que explique las consecuencias de su “errática política de vivienda”.
UPN ha señalado que “esta dimisión se produce en un momento en el que el problema del acceso a la vivienda alcanza signos de gravedad nunca conocidos en Navarra al acumular más de 20.800 unidades familiares engrosando las listas en espera de vivienda protegida, muchas de ellas tras permanecer años inscritas en dichas listas”.
“Sumado a esto, -han añadido- los responsables del gobierno de Chivite y sus socios de Bildu continúan imponiendo normativas sectarias que complican aún más la situación”. Así, a modo de ejemplo, han señalado las nuevas trabas a los posibles arrendadores de vivienda y, en especial, las exigencias para acceder a ayudas en materia de rehabilitación que en la práctica están dinamitando posibilidades de solución a los muchos y diversos problemas que hay en esta materia.
Cabe recordar que, en materia de rehabilitación, el pasado año el Gobierno de Navarra dejó sin subvención a más de 3.000 familias, a pesar de que habían presentado sus solicitudes y cumplían las condiciones de la convocatoria. “En esa ocasión, fue el director de servicio ahora dimitido quien tuvo que dar la cara, en lugar de los dirigentes políticos del gobierno que guardaron silencio durante meses”, han explicado.
Viviendas en Maristas
UPN también se ha referido a lo sucedido en Maristas, que ha calificado como “el último escándalo en Vivienda”. “Un engaño en el que los adjudicatarios de vivienda protegida han visto cómo, seis años después de que Ayuntamiento de Pamplona y Gobierno de Navarra facilitasen a una promotora encubierta la construcción de viviendas en el antiguo colegio, todavía no se han iniciado las obras”, han relatado.
“Los manejos de la promotora y la complicidad de Gobierno y Ayuntamiento están provocando una cascada de renuncias ante la situación de desamparo y desconfianza en la cual se ha colocado a los adjudicatarios, que se ven atrapados en una maraña de trámites, sobrecostos e incertidumbre”, han concluido.