Sorpresa y curiosidad entre los pamploneses este domingo al comprobar que el famoso reloj de la Casa Consistorial, testigo de la vida municipal y protagonista, sobre todo cada 6 de julio en el chupinazo de San Fermín, se ha parado y marca las ocho en punto. La imagen del reloj detenido ha llamado la atención de algunos vecinos que se han percatado de este hecho, y que no han dudado en fotografiar el singular momento.
El reloj de la fachada del Ayuntamiento es mucho más que un simple marcador de horas. Su historia se remonta a 1827, cuando el maestro relojero Juan Manuel Yeregui, de Betelu, fabricó el mecanismo original que durante más de 150 años marcó el ritmo de la ciudad, incluyendo los momentos más emblemáticos de las fiestas y la vida cotidiana pamplonesa. En 1991, el antiguo mecanismo fue sustituido por uno más moderno, de tecnología mecánico-eléctrica, que desde entonces regula el paso del tiempo en la plaza Consistorial.
El viejo reloj mecánico, restaurado y expuesto en el Planetario de Pamplona, sigue siendo un símbolo del ingenio y la tradición local, mientras que el actual, instalado en los años 90 y con esfera de polimetacrilato desde 2011, continúa marcando la hora oficial de la ciudad… salvo en jornadas como la de hoy, en la que el tiempo parece haberse detenido en las ocho.
Estos mecanismos, aunque modernos, no están exentos de averías puntuales que suelen resolverse con rapidez para que Pamplona siga latiendo al ritmo de su emblemático reloj.
Seguramente, en breve técnicos municipales se pondrán manos a la obra para devolver la normalidad al reloj de la Casa Consistorial, devolviendo a la ciudad ese pulso horario que, desde hace casi dos siglos, marca el compás de la vida pamplonesa.
Redacción: Pamplona Actual.com