A partir de este lunes 16 de junio, la calle Irunlarrea quedará cerrada de forma permanente al tráfico de vehículos privados en el tramo comprendido entre las rotondas de la avenida de Barañáin y la calle Boticario Viñaburu, en el barrio de Ermitagaña-Mendebaldea. El Ayuntamiento de Pamplona activa así una Zona de Acceso Controlado (ZAC) que busca restringir la circulación a lo estrictamente necesario en el entorno hospitalario.
La medida, que afecta a un vial con más de 11.000 vehículos diarios, responde a los informes del Grupo Técnico de Movilidad, del Equipo de Atestados de la Policía Municipal y del comisario de Tráfico. El objetivo es claro: reducir el paso de vehículos ajenos al ámbito hospitalario, garantizar el acceso de ambulancias y transporte público, y ofrecer un entorno más seguro y saludable para pacientes, personal sanitario y visitantes.
El nuevo sistema permitirá el paso libre de peatones, bicicletas, vehículos de movilidad personal, emergencias, transporte público y vehículos con autorización expresa. Tres cámaras controlarán el acceso por matrícula, y en el caso de particulares, solo se permitirá entrar para dejar a pacientes en las urgencias de Maternidad y Pediatría del Virgen del Camino, con un límite de 30 minutos y vehículos de menos de 5.500 kg de MMA.
El Ayuntamiento también habilitará medidas de semaforización para absorber el tráfico que se desviará hacia las avenidas de Navarra y Pío XII. Tras los Sanfermines comenzarán además las obras de conexión de carriles bici entre Pío XII y Barañáin, con un tramo de 600 metros que se espera tener listo antes de final de año.
Quienes necesiten acceder en vehículo deberán solicitar una autorización previa a través del sistema digital del Ayuntamiento, con firma electrónica o, en caso necesario, mediante atención telefónica o presencial. Podrán hacerlo titulares de comercios de la zona, vehículos de reparto, taxis, transporte comarcal, personas con movilidad reducida, vehículos oficiales y organizadores de eventos puntuales, entre otros.
El Consistorio insiste en que esta actuación no impide el acceso a los aparcamientos situados en los extremos del tramo cerrado, y subraya que el objetivo último es consolidar un entorno hospitalario más accesible, menos contaminado y más respetuoso con la salud y el bienestar de quienes lo utilizan a diario.