El abogado de Santos Cerdán, Benet Salellas, ha intensificado su defensa en las últimas horas, reclamando ante el Tribunal Supremo la “inmediata” puesta en libertad de su cliente y denunciando un “grave agravio comparativo” respecto a otros investigados como José Luis Ábalos y Koldo García, que permanecen en libertad. Salellas sostiene que la prisión provisional de Cerdán vulnera su derecho fundamental a la libertad y a la presunción de inocencia, y acusa al juez instructor de incurrir en una “tortura indagatoria” al mantenerlo encarcelado para forzar una confesión, algo que califica de radicalmente ilegítimo y contrario a las garantías del proceso penal democrático.
En paralelo, la esposa de Santos Cerdán, Paqui Muñoz, ha visitado este viernes la prisión de Soto del Real en dos ocasiones desde el ingreso de su marido. La primera para entregar documentación, y posteriormente para realizar la visita propiamente dicha. Este viernes, su primera llegada estuvo marcada por momentos de tensión con los medios de comunicación apostados en la entrada del penal.
Paqui exigió “respeto” a los periodistas y, visiblemente desbordada por la situación, llegó a apartar de un empujón a un reportero y a golpear un micrófono, negándose a hacer declaraciones y abandonando rápidamente el lugar. En ambas visitas, Muñoz ha estado acompañada por familiares cercanos, como su hermana y su cuñado, quienes han intentado evitar el contacto con la prensa.
Según fuentes penitenciarias, Santos Cerdán se encuentra “tranquilo” en el módulo 13 de la prisión, en una celda individual, sin televisión, y ha pedido estar solo pese a que lo habitual es asignar un preso de confianza en los primeros días de ingreso.
