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El Tributo de las Tres Vacas: 650 años de paz transfronteriza

El consejero Aierdi destaca el Tributo de las Tres Vacas en Isaba como ejemplo de convivencia en su 650º aniversario, un símbolo de paz en Europa.

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  • Los valles de Roncal y Baretous celebran el 650 aniversario de su acuerdo sobre la Piedra de San Martín, ejemplo de una Europa en paz y sin fronteras

El consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente de Navarra, José María Aierdi, asistió este mediodía al Tributo de las Tres Vacas, celebrado en el paraje de Ernaz, en Isaba, un acto que conmemora su 650º aniversario como el tratado transfronterizo más antiguo de Europa, vigente desde 1375.

Durante la ceremonia, Aierdi resaltó la “plena actualidad” de este acuerdo entre los valles de Roncal (Navarra) y Baretous (Alto Bearn, Francia), que simboliza la paz y la cooperación más allá de las fronteras.

El Tributo de las Tres Vacas, declarado Bien de Interés Cultural Inmaterial y Fiesta de Interés Turístico de Navarra en 2011, surgió de una sentencia arbitral en Ansó (Huesca) para resolver disputas por el uso de pastos entre ambos valles.

Cada 13 de julio, los ganaderos de Baretous entregan tres vacas “sin mácula” y de igual “astaje, pelaje y dentaje” a los representantes de Isaba, Garde, Urzainqui y Uztárroz, en un acto que renueva el compromiso de paz.

Los representantes, vestidos con indumentaria tradicional, sellan el acuerdo imponiendo sus manos sobre la piedra de San Martín, en la muga nº 262 entre España y Francia, pronunciando “pax avant” (paz de ahora en adelante).

Aierdi destacó la relevancia de esta tradición en un contexto europeo marcado por conflictos y corrientes involucionistas, subrayando que “la costumbre, los modos de vida y los paisajes unen a las personas por encima de las fronteras”.

El consejero enfatizó que este acto, que reúne territorios, lenguas y culturas, es un ejemplo de convivencia frente a las tensiones actuales, reafirmando el valor de la paz lograda hace casi siete siglos.

La ceremonia, que atrae cada año a visitantes y vecinos, consolida el Tributo de las Tres Vacas como un símbolo de concordia y colaboración transfronteriza, manteniendo viva una tradición que une pasado y futuro en los Pirineos navarros.

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