La Princesa de Asturias y de Viana y Sus Majestades los Reyes han visitado esta mañana el Palacio Real de Olite, acompañados por la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz. La cita forma parte de la agenda que la Familia Real desarrolla estos días en Navarra y que ayer les llevó al Palacio de Navarra en Pamplona/Iruña, a la localidad de Viana y al Monasterio de Leyre.
En Olite, los monarcas y la heredera han sido recibidos por la presidenta de Navarra, María Chivite; el presidente del Parlamento foral, Unai Hualde; la delegada del Gobierno, Alicia Echeverría; y el alcalde de la localidad, Josu Etxarri. Posteriormente, ya en el interior del Palacio Real, les han dado la bienvenida la consejera de Cultura, Deporte y Turismo, Rebeca Esnaola, y el director general de Cultura – Institución Príncipe de Viana, Ignacio Apesteguía.
Durante el recorrido por el monumento, guiado por un especialista medievalista, los Reyes y la Princesa han conocido la historia de la fortaleza mandada erigir en 1402 por Carlos III el Noble y Leonor de Trastámara, descubriendo las cámaras reales, torres, jardines y hasta el pozo de hielo que se utilizaba para conservar alimentos. También han contemplado las maquetas que muestran la evolución del edificio.
Uno de los momentos más emotivos de la visita se ha producido cuando el alumnado del Colegio Público Príncipe de Viana de Olite ha entregado a la Princesa Leonor una carta de agradecimiento por su visita, gesto que la heredera ha correspondido con unas palabras dirigidas a los escolares.
Tras despedirse de los vecinos y vecinas que se han acercado a saludarles, la Familia Real ha puesto rumbo a Tudela, donde tiene previsto culminar su agenda en Navarra.
Un palacio de historia y leyenda
El Palacio Real de Olite, declarado Monumento Nacional en 1925, es uno de los edificios civiles góticos más importantes de Europa. Con sus torres, patios y jardines, fue sede de la corte navarra y símbolo del esplendor del Reino de Navarra en la Edad Media.
Levantado sobre restos romanos y una fortaleza del siglo XIII, su diseño del siglo XV muestra influencias de la arquitectura francesa y mudéjar. Durante siglos, sus patios acogieron desde jardines colgantes hasta animales exóticos como jirafas, camellos o leones, y fue escenario de torneos, espectáculos y celebraciones cortesanas.
Hoy, restaurado y convertido en uno de los principales atractivos turísticos de Navarra, el Palacio es también sede del Festival de Teatro de Olite, manteniendo viva la herencia cultural del antiguo Reino.
