Las comunidades gobernadas por el Partido Popular han decidido abandonar la reunión del Consejo Interterritorial de este viernes en Zaragoza, en señal de protesta por las imposiciones del Ministerio de Sanidad sobre el control y gestión de los programas de cribado de cáncer. La ministra Mónica García denuncia un "boicot político" que afecta a la transparencia y a la protección de la salud pública.
La ministra de Sanidad, Mónica García, calificó de "irresponsables" y de "cafres" a los consejeros del PP por su actitud durante encuentro. En una declaración en Zaragoza, García acusó a estas comunidades de "ocultar los datos de cribados de cáncer a la ciudadanía", además de señalar que dicha actitud revela una "falta de compromiso con la transparencia" y una "estrategia política de distraction respecto a los problemas reales".
Los consejeros del PP hoy tenían la oportunidad de entregar los datos de cribados de cáncer, pero han preferido levantarse de la mesa. De la cena oficial no se levantaron.
— Mónica García (@Monica_Garcia_G) October 24, 2025
Su boicot además ha impedido aprobar 2 millones de euros para atención y vigilancia del cáncer. pic.twitter.com/h6KNXNlLE4
García afirmó que la actitud del PP es inaceptable en un momento en que la sanidad pública necesita mayor control y cooperación para garantizar una atención eficiente y segura para toda la población.
Este gesto ha impedido aprobar una partida de 2 millones de euros destinada a reforzar la vigilancia y los centros dedicados a la lucha contra el cáncer, un aspecto que la ministra destacó como fundamental para avanzar en la prevención y control de esta enfermedad.
La ministra Mónica García calificó esta actitud de "boicot" y acusó a los consejeros del PP de "irresponsabilidad" y "deslealtad" hacia la ciudadanía y el sistema sanitario público. Explicó que el Ministerio no solo está pidiendo transparencia, sino que también estudiará medidas legales para exigir esos datos, advirtiendo que "tendrán noticias de nuestros servicios jurídicos". Además, recriminó que al abandonar la reunión han impedido que se destine ese dinero tan necesario para fortalecer la red europea de centros integrales de cáncer y los sistemas de vigilancia, con dos millones de euros en juego que podrían mejorar la atención oncológica en las comunidades.






