La mejor carne madurada de Navarra vuelve a tener nombre y apellidos: Carnicería Iparla, de Zizur Mayor. Su responsable, Óscar Preciado, ha vuelto a subir al escenario —y por partida doble— al alzarse, por segundo año consecutivo, con el Primer Premio del VIII Concurso de Maduración de Carne I.G.P. Ternera de Navarra – Nafarroako Aratxea – Reyno Gourmet, y también con el Premio del Público. El jurado ha destacado su chuleta de raza Pirenaica, procedente de la ganadería José Ignacio Bidegain, de Arrieta, por su equilibrio perfecto entre sabor, aroma, terneza y jugosidad.
El segundo premio ha recaído en Carnicería Zuazu, del barrio pamplonés de Lezkairu, con carne de la Ganadería Txomin, mientras que el tercero ha sido para Carnicería Sanz Harategia, de Puente la Reina, con carne de la Ganadería Alfonso Silvestre, de Peralta.
“Estamos muy contentos y muy orgullosos de nuestra Ternera de Navarra y de nuestra gente. Este premio nos impulsa a seguir potenciando nuestro producto también a nivel nacional”, confesaba emocionado Óscar Preciado tras recoger el galardón. Reconocía, además, que no esperaba repetir victoria: “Cada pieza es distinta, cada ternera madura de forma diferente… hay que saber cuándo es el momento justo. Es casi un arte”.
Un proceso de paciencia y conocimiento
La maduración es la fase final del largo viaje de la IGP Ternera de Navarra, un proceso que transforma el músculo en carne tierna y sabrosa, gracias a días de reposo controlado en temperatura y humedad. Las carnicerías navarras venden carne con un mínimo de 7 días de maduración, aunque algunas, como las participantes del concurso, alcanzan los 20 o 30 días para lograr el punto perfecto.
Durante el acto, el consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, José María Aierdi, subrayó la importancia de defender este modelo local de producción: “Vamos a presentar una ley foral de calidad alimentaria para proteger la producción local y ayudar al consumidor a distinguir y elegir productos sostenibles y de cercanía”.
Por su parte, Fermín Irigaray, ganadero y presidente de la IGP Ternera de Navarra, animó a todo el sector a seguir apostando por la diferenciación: “La calidad es nuestro valor. Y debemos saber transmitirlo”.
Veinte carnicerías, un mismo objetivo
El certamen ha reunido a 20 carnicerías de toda Navarra, que han presentado sus mejores chuletas maduradas. El jurado —formado por cocineros, periodistas, ganaderos y expertos del sector— ha valorado en cata ciega el aroma, sabor, textura y jugosidad de cada pieza. Entre ellos, nombres como Vicente Ursúa (Ubuntu Gastronomika), Moisés Eseberri (Txiki Polit) o la periodista Joana Lizarraga (ETB).
El público también tuvo la oportunidad de degustar las piezas y votar su favorita, coincidiendo plenamente con el criterio del jurado profesional: la carne de Carnicería Iparla fue, sin discusión, la mejor.
Una tradición que fortalece el territorio
Más allá de la competición, el concurso sirve para reivindicar el valor del producto local y del trabajo de las carnicerías tradicionales. La IGP Ternera de Navarra, creada en 1994, garantiza el origen, la trazabilidad y el bienestar animal en razas autóctonas como la Pirenaica, la Blonde o la Charolais, y apuesta por un modelo sostenible que mantiene viva la ganadería y la economía rural en la comunidad.
Hoy, unas 150 carnicerías navarras venden Ternera de Navarra certificada, ofreciendo a los consumidores un producto “de nuestros campos, de nuestras gentes, muy nuestro”.



