Las bajas por problemas de salud mental en Navarra se han disparado un 96,55% entre 2016 y 2023, pasando de 5.155 a 10.132 casos, según un estudio elaborado por UGT Navarra, que advierte de que las personas trabajadoras están sufriendo las consecuencias de una deficiente gestión de los riesgos psicosociales y organizativos en sus puestos de trabajo.
«Todos conocemos personas trabajadoras estresadas por los altos ritmos de trabajo, la conectividad permanente o la imposibilidad de desconectar», ha afirmado el secretario general de UGT Navarra, Lorenzo Ríos, durante la rueda de prensa ofrecida este jueves junto a Eva Azanza, secretaria de Área Externa y Política Sindical del sindicato, en la que han presentado el informe Salud mental y trabajo, elaborado por la Secretaría de Salud Laboral de UGT.
Ríos ha señalado que el estrés, la sobrecarga de tareas, la presión o el acoso laboral están generando cuadros depresivos y de ansiedad en muchas personas trabajadoras. En este sentido, ha subrayado que «se están gestionando riesgos del siglo XXI con un sistema del siglo XX» y ha reclamado una adaptación urgente de las políticas preventivas a la nueva realidad laboral.
Por su parte, Azanza ha destacado que la salud mental es uno de los grandes retos de nuestro tiempo, recordando que «tradicionalmente no se ha prestado la suficiente atención al cuidado de la salud mental en los entornos laborales». Ha añadido que las empresas «han obviado su obligación legal y moral de proteger la seguridad y salud mental de sus plantillas».
El informe señala que en 2024 se registraron en España 671.618 bajas por trastornos mentales y del comportamiento, un 136% más que en 2016. En Navarra, los datos del Instituto de Salud Pública y Laboral reflejan que la incidencia de problemas de salud mental ha aumentado un 25,9% entre 2019 y 2023, con una duración media de los procesos un 8% superior.
Los sectores más afectados son el comercio, la hostelería, las actividades sanitarias y de servicios sociales, la administración pública, la educación y los servicios auxiliares, todos ellos caracterizados por la presión de tiempos, la atención a público o la dificultad de conciliación.
Asimismo, el estudio refleja una mayor incidencia entre las mujeres, especialmente entre aquellas que soportan una doble carga laboral y de cuidados.
Ríos ha advertido de que la falta de prevención de los riesgos psicosociales genera graves costes económicos y humanos, recordando que la OIT estima que la depresión y la ansiedad provocan la pérdida de 12.000 millones de días de trabajo al año en todo el mundo, con un coste de un billón de dólares por pérdida de productividad.
UGT plantea actualizar la Ley de Prevención de Riesgos Laborales para incorporar medidas específicas relacionadas con la salud mental y los riesgos derivados de la digitalización, así como negociar protocolos empresariales contra el estrés, la violencia y el acoso laboral. Además, el sindicato reclama la inclusión de las enfermedades mentales vinculadas al trabajo en el listado oficial de enfermedades profesionales.
«Los problemas de salud mental en el trabajo deben ser abordados de forma decidida para garantizar una protección real de las personas trabajadoras», ha concluido Lorenzo Ríos.



