El magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, Leopoldo Puente, ha ordenado la prisión provisional, comunicada y sin fianza para el exministro de Fomento, José Luis Ábalos, y su exasesor, Koldo García Izaguirre. Ambos están siendo investigados por posibles delitos de integración en organización criminal, cohecho, uso de información privilegiada, tráfico de influencias y malversación. La decisión se tomó tras las peticiones de la Fiscalía y la acusación popular, quienes consideran que existe un riesgo extremo de fuga.
El instructor del caso ha señalado que, de acuerdo con lo expresado por la Fiscalía y la acusación popular, existen indicios suficientes de la posible comisión de graves delitos. Además, se considera que el riesgo de que los acusados pudieran evadir la acción de la justicia es extremo. Hasta el momento, las medidas cautelares aplicadas incluían comparecencias periódicas en el juzgado y la retirada del pasaporte, pero se han considerado insuficientes.
Indicios racionales de criminalidad y graves penas en juego
El juez destaca la existencia de numerosos indicios racionales de criminalidad contra ambos acusados, ya formalizados en una resolución judicial de imputación. Estos indicios están relacionados con la posible comisión de varios delitos graves. La instrucción del caso ha concluido y las acusaciones han solicitado la imposición de penas privativas de libertad muy severas para los investigados, lo cual se suma al inminente juicio.
En el auto relacionado con José Luis Ábalos, el juez ha ordenado que la Letrada de la Administración de Justicia informe a la presidenta del Congreso de los Diputados sobre la resolución. Esto se debe a que Ábalos es miembro del Congreso y su situación personal como aforado se ve afectada. Además, se ha puesto a disposición el auto de procedimiento abreviado del 3 de noviembre para una mejor comprensión de lo acordado.
La decisión de imponer prisión provisional se basa en la gravedad de los delitos investigados y el riesgo de fuga. La Fiscalía y la acusación popular han argumentado que las medidas cautelares anteriores no eran suficientes para garantizar la presencia de los acusados en el proceso judicial. La prisión provisional busca asegurar que los acusados no eludan la justicia.
El caso ha generado un gran interés mediático debido a la relevancia de los implicados y la gravedad de los delitos investigados. La investigación sigue su curso, y se espera que el juicio se lleve a cabo en un futuro próximo. Mientras tanto, Ábalos y García Izaguirre permanecerán en prisión provisional.
La situación de José Luis Ábalos y Koldo García Izaguirre continuará siendo objeto de atención por parte de los medios de comunicación y la opinión pública. El desarrollo del proceso judicial y las decisiones que se tomen en el futuro serán determinantes para el desenlace de este caso.




