Durante el pasado fin de semana, la Policía Municipal de Pamplona atendió un total de 18 accidentes de tráfico, que dejaron principalmente daños materiales, aunque se registró un caso con una persona herida leve. Además, 17 conductores fueron retirados de las vías por distintos incumplimientos en controles preventivos de alcohol y drogas.
El siniestro más grave ocurrió en la madrugada del sábado en Monasterio de la Oliva, barrio de San Juan, cuando un peatón de 24 años fue atropellado mientras cruzaba por un paso de peatones. La conductora, también de 24 años, no respetó la señalización, embistió al peatón y se dio a la fuga sin prestar auxilio.
Tras activarse un dispositivo de búsqueda, la joven fue localizada e interceptada. Las pruebas realizadas indicaron una tasa de alcohol de 0,95 mg/l, por lo que fue imputada por un delito contra la Seguridad Vial. El Grupo de Atestados se encargará de las diligencias correspondientes. La víctima sufrió lesiones leves en la pierna, recibió atención sanitaria en el lugar y posteriormente fue trasladada al Hospital Universitario de Navarra.
En paralelo, dentro de los controles preventivos de alcohol y drogas, la Policía Municipal realizó 840 pruebas y detectó a 17 conductores con infracciones: 9 superaron la tasa máxima de alcohol y fueron denunciados administrativamente; 3 dieron positivo en drogas, también con denuncia administrativa; y 5 fueron investigados por un delito contra la Seguridad Vial, entre ellos un caso de negativa a someterse a las pruebas.
El balance del fin de semana pone de manifiesto la importancia de los controles preventivos y la responsabilidad al volante, especialmente durante las horas nocturnas, cuando se concentran los incidentes más graves.







