Osasuna Magna Xota despidió el año de la mejor manera posible: con una victoria de prestigio en el derbi navarro de fútbol sala y en una de las pistas más exigentes de la categoría. El conjunto de Irurtzun se impuso por 2-3 al ATP Ribera Navarra en el Ciudad de Tudela gracias a un gol decisivo de Pachu en el último minuto, un tanto que no solo resolvió un partido cargado de emoción, sino que permitió a los verdes tomar aire en la clasificación y dejar a su rival hundido en la última posición.
El encuentro comenzó con claro dominio visitante. Osasuna Magna salió con una marcha más y en los primeros cinco minutos obligó a Raúl a erigirse en salvador del conjunto ribero. El guardameta local firmó una primera parte sobresaliente, frustrando las ocasiones de Korsun, Ion Cerviño —con una gran parada a un disparo desde la frontal— y Dani Saldise, que no pudo culminar una acción dentro del área.
Superado ese arranque arrollador, el partido entró en una fase más igualada y espesa, con ambos equipos priorizando el orden defensivo y evitando errores. Las imprecisiones se multiplicaron y, como suele ocurrir en los derbis, la tensión fue en aumento. Asier Llamas respondió con solvencia ante un disparo de Terry, el jugador más desequilibrante del Ribera Navarra, mientras que Fabinho y Josu Mendive rozaron el gol para los locales y visitantes, respectivamente. Antes del descanso, Raúl volvió a ganar un mano a mano a Pachu y mantuvo el 0-0 en un primer tiempo marcado por la intensidad y las faltas.
Tras el paso por vestuarios, el choque cambió de registro. El ritmo se aceleró y el derbi se convirtió en un intercambio constante de golpes. Los porteros tuvieron que actuar lejos de sus áreas y Asier Llamas incluso tuvo que abandonar la pista momentáneamente tras recibir un fuerte golpe, siendo sustituido con acierto por Alejandro Palazón.
La polémica llegó en el minuto 23 con la expulsión de Chino, que vio la segunda amarilla por impedir un saque de banda. La inferioridad numérica no la supo aprovechar Osasuna Magna, en gran parte por la seguridad de Raúl. Poco después, en el minuto 29, llegó el 0-1: Jhonatan Linhares se internó en el área, superó al portero y adelantó a los de Irurtzun en el mejor momento del Ribera Navarra.
La reacción local fue inmediata. Un penalti, señalado tras revisión a instancias del banquillo tudelano, permitió a David firmar el empate (1-1). Apenas dos minutos después, otra acción a balón parado volteó el marcador: Terry sorprendió a Asier con una falta rápida desde la frontal para colocar el 2-1.
Pero Osasuna Magna no se vino abajo. El equipo de Miguel Hernández mostró carácter y calidad para rehacerse. Ihor Korsun igualó el encuentro con una magnífica definición, tras controlar un balón largo y batir a Raúl con una elegante vaselina. Con cinco minutos por delante, el empate no servía a ninguno y el partido quedó completamente abierto.
El desenlace fue de máxima tensión. El Ciudad de Tudela empujó a los suyos, pero Osasuna Magna resistió y golpeó en el momento justo. Tras una parada decisiva de Asier Llamas ante Albertico, los verdes apostaron por el portero-jugador y encontraron el premio: Pachu, protagonista de la noche, recibió en el último minuto, se fabricó el espacio y firmó el 2-3definitivo. Todavía hubo tiempo para que Dani Saldise estrellara un balón en el poste, aunque el posterior remate ya no contó por estar fuera de tiempo.
Victoria de enorme valor para Osasuna Magna, celebrada con la afición verde desplazada a Tudela, que se hizo notar al final del encuentro. Un triunfo que permite a los de Irurtzun despedir el año con confianza y que deja al ATP Ribera Navarra en una situación cada vez más delicada.
