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El Papa Francisco ya descansa en la basílica de Santa Maria la Mayor de Roma

En la escalinata, un grupo de personas especialmente invitadas por el propio Francisco -pobres, migrantes, presos y personas trans- esperaban con una rosa

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Llegada del féretro a la basílica

Traslado por las calles de Roma

último adiós al papa Francisco: Roma despide al pontífice en una emotiva ceremonia

El papa Francisco ya descansa en la basílica de Santa María la Mayor de Roma, cumpliendo así su deseo de ser enterrado lejos de la tradicional cripta vaticana. La jornada de este sábado ha estado marcada por la emoción, la multitud y la presencia de líderes de todo el mundo, en una despedida histórica que ha congregado a más de 250.000 personas en la plaza de San Pedro y a lo largo del recorrido del cortejo fúnebre.

Un funeral multitudinario y solemne

La misa funeral comenzó a las 10:00 de la mañana en la plaza de San Pedro, presidida por el cardenal Giovanni Battista Re. Entre los asistentes, se encontraban jefes de Estado, monarcas, representantes de distintas confesiones y fieles llegados de todos los continentes. La homilía destacó la figura de Francisco como un papa de los márgenes, comprometido con los más desfavorecidos y firme en la denuncia de los abusos dentro de la Iglesia.

Al finalizar la ceremonia, los sediarios pontificios trasladaron el féretro hasta el papamóvil, que inició un cortejo fúnebre de seis kilómetros por el corazón de Roma. El recorrido, seguido por decenas de miles de personas, atravesó lugares emblemáticos como el Coliseo y los Foros Imperiales, siguiendo parte del antiguo trazado de la Vía Papalis.

El entierro en Santa María la Mayor

El papamóvil llegó a las puertas de la basílica de Santa María la Mayor poco antes de la una de la tarde. En la escalinata, un grupo de personas especialmente invitadas por el propio Francisco -pobres, migrantes, presos y personas trans- esperaban con una rosa blanca en la mano, simbolizando el lugar privilegiado que los excluidos siempre tuvieron en el corazón del pontífice.

Dentro del templo, el rito de sepultura se desarrolló en un ambiente de recogimiento, en presencia del cardenal camarlengo, Kevin Joseph Farrel, y de los familiares más cercanos del papa. La sepultura, sencilla y sin ornamentación, lleva únicamente la inscripción "Franciscus", cumpliendo la voluntad del papa argentino.

Un legado de cercanía y compasión

El funeral y entierro de Francisco han sido reflejo de su pontificado: austero, cercano a los más vulnerables y abierto al mundo. La elección de Santa María la Mayor, una iglesia que visitó en cada viaje y que se ubica en uno de los barrios más multiculturales de Roma, subraya su compromiso con los migrantes y los marginados.

La ciudad de Roma, bajo un cielo despejado y en medio de un dispositivo de seguridad sin precedentes, ha despedido al papa que hizo de la misericordia y la justicia social su bandera. Su legado, sellado en el Rogito depositado en el féretro, queda ahora en manos de la Iglesia y de los fieles que lo han acompañado hasta su último descanso.

"Hoy nos hemos reunido para honrar a un hombre que lideró con bondad, fuerza pacífica y compasión", resumió Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, en un mensaje de despedida.

Con el entierro en Santa María la Mayor concluye una era, pero permanece el recuerdo de un pontífice que eligió estar siempre del lado de los que no tienen voz.

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