La carretera que atraviesa el campus de la Universidad de Navarra cerrará completamente este lunes, 27 de noviembre, para dar inicio a las obras que la convertirán en una ciclocalle de sentido único. El proyecto, que busca mejorar la movilidad y reducir el tráfico de paso, desviará el tráfico por viales adyacentes durante aproximadamente una semana, aunque la duración podría extenderse si las condiciones climáticas no son favorables.
Impacto de las obras en el tráfico local
Durante el periodo de obras, se permitirá el acceso a los colegios mayores Goimendi y Olabidea según el avance de los trabajos. La previsión es que la carretera esté completamente abierta el sábado, 1 de diciembre. El primer tramo en abrirse será entre las calles Fuente el Hierro y la avenida de Aróstegui, seguido por el tramo entre las rotondas de Esquíroz y Fuente el Hierro, y finalmente, el tramo entre Azpilagaña y la rotonda de Esquíroz.
El tráfico interurbano será desviado por la AP-15, mientras que los desplazamientos urbanos se redirigirán por la avenida de Navarra. La Junta de Gobierno Local ha adjudicado el contrato de ejecución a UTE Urbanismo Táctico Pamplona por 99.985,94 euros, con un plazo de ejecución de un mes para cubrir posibles demoras meteorológicas.
Detalles del plan de reordenación vial
El lunes comenzará el corte total de la carretera, impidiendo el acceso desde la avenida de Aróstegui y otras vías adyacentes. El martes, se abrirá el tramo entre Azpilagaña y Fuente del Hierro en un único sentido de circulación. El miércoles y jueves, se trabajará en el tramo entre Fuente del Hierro y Esquíroz, restringiendo el tráfico en ambos sentidos. El viernes, se ejecutará el tramo entre Esquíroz y Azpilagaña, también con restricciones en ambos sentidos.
A partir del sábado, 1 de diciembre, la carretera estará completamente operativa como ciclocalle de sentido único, con una velocidad máxima de 20 km/h. Esta transformación forma parte del Plan de Seguridad Vial 2024-2027, que busca incrementar la seguridad en las infraestructuras y reducir la siniestralidad.
Características de la nueva ciclocalle
La carretera del campus se convertirá en una ciclocalle de sentido único, desde la ronda de Azpilagaña hasta la intersección con la avenida de Aróstegui. La calzada actual, de 5,5 metros de anchura, será modificada para incluir una nueva calzada central de 2,85 metros de ancho, delimitada por líneas de borde y hitos de plástico cilíndrico. El espacio sobrante se convertirá en arcén.
La nueva configuración busca reducir la velocidad de los vehículos mediante un trazado sinuoso y la instalación de reductores de velocidad cada 200 metros. Además, se adaptará la señalización horizontal y vertical para reflejar la nueva velocidad máxima permitida de 20 km/h.
Mejoras en la movilidad y seguridad
El objetivo de estas obras es descongestionar la rotonda de Azpilagaña y facilitar el acceso del transporte urbano comarcal, así como mejorar la recogida de residuos en la universidad. La nueva calzada también mantendrá el acceso a todos los servicios universitarios, reduciendo el tráfico interno en la zona.
La carretera del campus ha experimentado un incremento de tráfico de 1.814 vehículos diarios en la última década, con una intensidad media de 9 vehículos por minuto. Entre 2020 y 2025, se han registrado 135 accidentes, 54 de los cuales se atribuyen a la estrechez de la vía. Las obras buscan mitigar estos problemas mediante una reordenación vial que priorice la seguridad y sostenibilidad.